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Un estudio indica que la utilización de células asesinas naturales (NK) podría remitir los riesgos asociados a los procedimientos que implican la utilización de células provenientes de donantes.
Investigadores del Hospital de Niños de Los Ángeles (Estados Unidos) han descubierto que la selección de un grupo de células del sistema inmunológico, extraídas de pacientes con leucemia, tras multiplicarse en un laboratorio, permitiría la creación de una nueva arma conformada con células asesinas naturales (NK por sus siglas en inglés) capaces de destruir las células cancerosas.
El objetivo de la investigación, publicada en Leukemia, radicaba en averiguar cómo impulsar el la capacidad innata que tiene el cuerpo para combatir el cáncer, mediante la inmunoterapia. El estudio parte de la base del análisis de las células llamadas NK, que se encuentran en una derivación del sistema inmunológico. Se trata de unos glóbulos blancos que ejercen una actividad de control en el organismo y que son capaces de destruir las células anormales antes de que se conviertan en cancerosas. Los autores del estudio creen que la utilización de las células NK como inmunoterapia ayudaría a combatir de manera natural a las células cancerosas.
Uno de los focos de investigación de este grupo de trabajo es la utilización de las células NK en los casos en los que las células provienen de donantes, ya que los pacientes pueden rechazarlas o provocar que el injerto actúen contra el huésped desencadenando que las células donantes consideren la contaminación del cuerpo del paciente como un componente extraño y decidan atacar. Utilizando este tipo de células naturales, las autólogas, se podrían remitir los riesgos asociados a este tipo de procedimiento en el que están implicadas células donantes.
Los autores del estudio también explican que a partir de estas células se pueden diseñar y producir anticuerpos, llamados anticuerpos monoclonales (mAb), y orientarlos a ciertas proteínas como las que se encuentran en las células cancerosas.
Además, durante el estudio se analizó cómo los mAb dirigidos a un receptor específico (BAFF-R) en las células de la leucemia estimularían a las células NK para que atacaran y eliminaran el cáncer.
agosto 19/2014 (Diario Médico)