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Únicamente un tercio de los usuarios consideran que los profesionales sanitarios son suficientemente comprensivos, claros y pacientes.
Los pacientes puntúan con un 2,9 sobre 5 la actitud de los médicos con ellos, y les reprochan la falta de cercanía y la necesidad de mayor comprensión, claridad y paciencia por parte del profesional, según indica el estudio «La participación de los ciudadanos en el cuidado de la salud» que ha presentado la Fundación Salud 2000 y la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC).
El estudio ha puesto de relieve la visión crítica de la población enferma con respecto a la población general en referencia al papel del médico. Un 85 % de los pacientes consideran a su médico como la fuente de información más fiable, en contraste con el 93,2 %de la población general encuestada. «Los pacientes acuden a otras fuentes como son las opiniones de otras personas con su misma enfermedad y también destaca el papel de internet como fuente emergente», ha explicado Alejandro Perales, presidente de la AUC. En este sentido, los pacientes también reflejan su reticencia a confiar en la opinión de familiares o amigos: solo un 11 % les otorga fiabilidad. En contraste, la población general sitúa la opinión de familiares y amigos en segundo lugar, por delante de los medios de comunicación e internet. Además, el estudio añade que los pacientes se sienten más preparados para explicar a su médico los síntomas de su enfermedad y las sensaciones del tratamiento, según un 81,5 % de los encuestados.
«El objetivo de este estudio ha sido identificar las claves para ofrecer a médicos y pacientes herramientas más útiles para potenciar el autocuidado de la salud», ha afirmado Carmen González Madrid, presidenta ejecutiva de la Fundación Salud 2000. Para ello se han realizado 1019 entrevistas a través de estructura ómnibus a la población general y 848 a pacientes mediante un cuestionario en línea. «Hemos pretendido concienciar a los ciudadanos de la importancia de crear un marco de bienestar sanitario», incidió González.
Escasa adherencia
Entre las principales cuestiones, la población ha puesto de manifiesto la brecha existente en la adherencia del tratamiento. Dos tercios de los pacientes encuestados aseguraron respetar las prescripciones del médico y seguir el tratamiento y únicamente un 2,2 % reconocieron no cumplirlo nunca o casi nunca. En el caso de la población general, alrededor de un 20 % los cumplía a veces, casi nunca o nunca. «Son los jóvenes y las personas con mayor nivel de estudios los que menos siguen el tratamiento», ha informado Rafael Carmena, catedrático emérito de Medicina Interna de la Universidad de Valencia y director general de la Fundación Investigación Clínico de Valencia. Carmena ha insistido en la existencia de una «psicosis» por dejar las medicinas «cuanto antes mejor, sin respetar la opinión del médico». En este sentido, el estudio ha calculado que uno de los mayores gastos para la Sistema Nacional de Salud es el abandono del tratamiento, en torno a 11 250 millones de euros anuales.
Abuso del alcohol
Tanto Perales como Carmena han insistido en la importancia de la prevención y el autocuidado de la salud. «Existe una mayor concienciación de la necesidad de seguir una alimentación adecuada entre la población paciente porque tiende a cuidarse más», ha indicado Perales. Los resultados del estudio destacan que el 25,7 % de la población general considera importante no fumar frente a casi dos tercios de los pacientes. «Sin embargo la ingesta abusiva de alcohol solo es percibida como perniciosa por un 5,8 % de la población general», explicó Perales. Al igual que ésta, los pacientes puntuaron el consumo de licor en cuarto lugar.
«Existe una clara línea de actuación y toma de decisiones por parte del propio paciente, aunque la decisión final se confía al profesional casi en la totalidad de los casos», resumió González.
Confianza en los biomarcadores
El 55 % de la población retrasaría un tratamiento estándar para someterse a una prueba de medicina personalizada, según indica la encuesta «La participación de los ciudadanos en el cuidado de la salud». Los resultados ponen de manifiesto la confianza en el uso de biomarcadores genéticos. Pese a que el 30 % de la población general aseguró no saber qué eran los biomarcadores, una vez que se lo explicaron, más de la mitad se mostró favorable a su aplicación sanitaria.
julio 18/2014 (Diario Médico)