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El resveratrol, que se encuentra en alimentos como los frutos rojos y en el vino tinto, es un antioxidante de origen natural que mejora la función cerebral y ayuda a retrasar el envejecimiento, según los organizadores de la jornada ‘Antioxidantes naturales: mitos y realidades’, organizada por la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT), la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.
Sendos estudios publicados recientemente en «Journal of Neuroscience» y «Journal of Neurology» han demostrado que el resveratrol mejora las funciones cerebrales. El primero de ellos muestra que “el suplemento de resveratrol en la dieta mejora el rendimiento de la memoria”. Tras 26 semanas de ingesta, la capacidad retentiva de los individuos que participaron en el ensayo fue de 30 minutos más que con placebo, y también se observó una mejora del metabolismo de la glucosa y de la conectividad funcional del hipocampo cerebral.
El estudio publicado en «Journal of Neurology», por su parte, constata que el resveratrol administrado en ratas tiene una “actividad neuroprotectora funcional y morfológica en la hipoperfusión cerebral crónica”, un síndrome caracterizado por un nivel bajo de riego sanguíneo en el cerebro que ocasiona demencia.
“La capacidad antioxidante del resveratrol está siendo investigada para confirmar si es capaz de proteger al organismo de los radicales libres, lo que puede ayudar a prevenir o reducir los síntomas de enfermedades crónicas, como las cerebrovasculares o la diabetes, así como para retrasar el envejecimiento”, explica el Dr. Bernat Vanaclocha, miembro del comité organizador de la jornada.
«Este compuesto natural se encuentra presente en los alimentos; no obstante, para realizar una correcta administración de la dosis eficaz, es mas sencillo utilizar preparados farmacéuticos”, destaca Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO).
La profesora Ortega también subraya las propiedades beneficiosas de los antocianos, unos compuestos que se encuentran en forma abundante en determinados frutos de colores rojizos, como arándanos, fresas, frambuesas, etc. También es posible emplearlos en forma de preparados farmacéuticos de plantas medicinales como el grosellero negro, el arándano común (mirtilo) y la vid roja. A su juicio, “cada vez hay más evidencias de sus beneficios preventivos en enfermedades neurodegenerativas”.
junio 25/2014 (JANO.es)