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La ambliopía y el estrabismo, además de los errores refractarios, son los problemas visuales más frecuentes en los niños y hasta un 16 % de ellos están sin diagnosticar, según los datos recabados por el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), que se han debatido en el Curso para la valoración del paciente pediátrico y/o estrábico, que ha congregado a más de 160 participantes en la capital catalana.
Según ha explicado a Diario Médico una de las coordinadoras del curso, Elena Núñez, del departamento de Optometría y Refracción del IMO, estos resultados son fruto de las campañas de prevención impulsadas por la Fundación IMO durante el Festival de la Infancia de Barcelona y en centros escolares en colaboración con la Obra Social La Caixa.
A su juicio, estos defectos muchas veces pasan desapercibidos porque los niños tienen mayor capacidad de enfoque y lo compensan, pero esto se puede traducir en un bajo rendimiento escolar que podría mejorar con un adecuado tratamiento del problema visual.
Ana Wert, del departamento de Oftalmología Pediátrica, Estrabismo y Neuroftalmología del IMO, además de coordinadora del encuentro científico, ha insistido en la importancia de que se haga una visita específica para valorar la agudeza visual como parte del seguimiento del niño sano a los tres años de edad.
En su opinión, una de las principales limitaciones es que los pediatras de primaria «tienen que mirar muchas cosas en poco tiempo», por lo que una buena medida para contribuir a mejorar los resultados sería comenzar la visita por la revisión visual, para la cual es indispensable la colaboración del menor. «Después de desvestirlo, medirlo, pesarlo y revisar otras cosas puede ser más complicado».
mayo 22/2014 (Diario Médico)