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Investigadores de la Universidad del Estado de Florida han identificado un síndrome llamado «obesidad osteosarcopénica» que vincula el deterioro de la densidad ósea y la masa muscular a la obesidad.
«Se solía pensar que cuanto más peso se tenía tanto mejores serían los huesos ya que estos soportan más peso», dijo Jasminka Ilich-Ernst, Profesora de Nutrición Hazel Stiebeling en la Universidad del Estado de Florida. «Sin embargo, esto sólo es verdad hasta cierto punto».
El síndrome, descrito en Ageing Research Reviews (doi.org/10.1016/j.arr.2014.02.007), explica cómo muchos individuos obesos presentan una triada de problemas que les confiere más riesgo de caídas y fracturas.
Ilich-Ernst comenzó a analizar las relaciones entre masa ósea, muscular y adiposa hace algunos años, al percatarse de que la mayoría de los científicos estaban analizando problemas óseos sin tomar en cuenta la masa y fuerza muscular, no digamos el tejido adiposo.
«Hay muchos factores que repercuten en los huesos», dijo. «Esto se desarrolló como una forma lógica de avanzar para analizar todo en conjunto y no sólo enfocarse en un solo campo».
Así que revisó y analizó los archivos de 200 mujeres que participaron en estudios previos en los que midió su densidad ósea, masa muscular y tejido adiposo por diferentes motivos. Aproximadamente un tercio tenía más de 30% de tejido adiposo, además de una disminución de la densidad ósea (osteopenia) y de la masa muscular (sarcopenia).
«Esto sería un problema triple para las mujeres mayores», dijo Ilich-Ernst. «No pueden desempeñarse bien. No pueden caminar tan rápido. No pueden subir las escaleras bien o ponerse de pie y sentarse múltiples veces sin quedarse sin aliento o presentar dolor».
Las personas tienden a aumentar de peso y a perder tanto masa muscular como densidad ósea a medida que aumentan de edad, reconoció Ilich-Ernst. Sin embargo, el aumento considerable de tejido adiposo del cuerpo puede empeorar más los problemas musculares y óseos.
«Tienen más riesgo de caídas, de fracturas o de presentar otras discapacidades», dijo.
Ilich-Ernst dice que el problema es muy frecuente en las mujeres mayores, pero que esto podría repercutir en todas las edades y en ambos géneros.
En general, dijo que espera que la investigación recuerde a las personas considerar el daño que la preobesidad puede tener en todas las partes del cuerpo.
«Todo está conectado», dijo.
30/04/2014 (Medcenter.com)
Jasminka Z. Ilich, Owen J. Kelly, Julia E. Inglis, Lynn B. Panton, Gustavo Duque, Michael J. Interrelationship among muscle, fat, and bone: Connecting the dots on cellular, hormonal, and whole body levels.Ageing Research Reviews, Volume 15, May 2014, Pages 51-60