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La población de origen indoeuropeo y la de origen gitano asentada en Europa parecen tener la misma evolución convergente del sistema inmune, que pudo producirse durante las epidemias que barrieron Europa en el siglo XIV. Esta es la conclusión de un trabajo multicéntrico, liderado por Hafid Laayouni, del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC), de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, en el que han participado investigadores de la Universidad del País Vasco, y de centros de investigación de Holanda, Rumania y la India, que se publica en el último número de «Proceedings of the National Academy of Sciences«.
El objetivo del trabajo ha sido identificar las señales de la evolución convergente del sistema inmune en dos poblaciones con ancestros genéticos diferentes, pero que han habitado en la misma área geográfica y se han visto expuestos al mismo entorno, incluyendo las infecciones, durante el último milenio. De hecho, ese mismo grupo de genes en personas del noroeste de la India, de donde los gitanos provienen, no ha sufrido ningún tipo de cambio.
El equipo de investigación tomó muestras del ADN de 100 personas de origen rumano, 100 personas de etnia gitana y 500 residentes actuales del noroeste de la India, para comparar sus genomas. Los resultados muestran que tres genes del grupo de los receptores tipo Toll (TL) del sistema inmune evolucionaron de manera similar en gitanos y rumanos, bajo el efecto de la misma presión selectiva, mientras que los habitantes de la India no tienen el efecto de la selección natural para esta causa.
Los investigadores analizaron cómo los polimorfismos de nucleótido simple en la región que abarca TLR1, TLR6 y TLR10 modulaban las respuestas de las citocinas a «Yersinia pestis», el patógeno causante de la peste, y a «Yersinia pseudotuberculosis», un precursor de la bacteria que produjo la plaga, en 101 individuos de ascendencia europea. Este efecto, sin embargo, no se observó en el receptor TLR4.
Los resultados muestran un buen ejemplo de evolución convergente, en la que poblaciones de diferente origen desarrollan la misma adaptación, algo que podría ser interpretado como un proceso evolutivo similar inducido por las condiciones infecciosas, en este caso, el efecto de la epidemia de la peste en el siglo XIV.
Según Jaume Bertranpetit, uno de los autores del trabajo, los resultados «explican parte de las diferencias entre los europeos y otros pueblos en la sensibilidad a una enfermedad infecciosa. Además, muestran la importancia que las epidemias han tenido en modular la composición de las poblaciones, y la forma en la que las diferentes poblaciones humanas pueden responder a infecciones emergentes.
febrero 7/2014 (Diario Médico)