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Un equipo francés implantó un nuevo corazón artificial, con tejido biológico, que funciona de manera autónoma y está considerado uno de los más avanzados de su tipo, informaron fuentes médicas.
Creado por el profesor Alain Carpentier, padre de la cirugía valvular moderna, el dispositivo fue colocado en el hospital Georges Pompidou, de esta capital, a un hombre que sufría insuficiencia cardíaca terminal.
Esta primera operación se desarrolló de manera satisfactoria, el paciente está bajo vigilancia y reanimación y dialoga con su familia, dijo un representante del grupo Carmat, productor del corazón artificial.
El nuevo aparato es muy parecido al órgano biológico, está dotado de dos ventrículos y cuatro válvulas y reproduce las corrientes naturales de circulación de la sangre, acelerando o reduciendo el ritmo cardíaco en función del nivel de esfuerzo de su receptor.
Para su construcción se utilizaron sistemas electrónicos en miniatura, equivalentes a los empleados en un satélite de telecomunicaciones.
Todas sus partes interiores están cubiertas de un tejido cardíaco de bovino especialmente tratado, lo cual reduce el riesgo de formación de coágulos sanguíneos, una complicación frecuente en las bombas actuales.
La alimentación eléctrica de la prótesis se hace por medio de dos baterías externas pequeñas.
Según la firma Carmat, con el tiempo, este nuevo dispositivo podría devenir una alternativa para los pacientes con insuficiencia cardíaca crónica o los que tengan problemas irreversibles debido a un infarto masivo.
Los primeros intentos de construir una máquina que realizara las funciones del corazón datan de finales de la década de 1930 y en la lista de los inventores aparecen nombres como el médico ruso Vladimir Demikhov, el argentino Domingo Liotta y el norteamericano Robert Jarvik.
En 1981 se produjo el primer implante de un aparato artificial total en Estados Unidos, donde el paciente Barney Clark estuvo conectado durante 112 días a un prototipo externo de 180 kilogramos de peso, denominado Jarvik 7.
Después se han creado prótesis mecánicas de asistencia circulatoria, pero en su mayoría sólo tienen un ventrículo y son una solución transitoria mientras se espera por el trasplante.
Sin embargo, el nuevo prototipo tiene el objetivo de reemplazar en su integralidad al corazón durante varios años, aunque según advirtió Marcello Conviti, director general de Carmat, aún «es prematuro sacar conclusiones porque se trata de un solo implante y de un período postquirúrgico muy corto».
diciembre 20 /2013 (PL)
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 “Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.”