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Los coágulos de sangre, potencialmente mortíferos, se pueden formar en cualquier persona bajo las circunstancias de riesgo, que van desde tomar ciertos medicamentos a estar confinado en una cama mientras se recupera de una operación quirúrgica.
No hay una forma rápida y fácil para diagnosticar estos coágulos, que a menudo permanecen sin ser detectados hasta que se desprenden del sitio donde se han formado y se desplazan hasta taponar gravemente un vaso sanguíneo vital, ocasionando un derrame cerebral o un ataque al corazón. Sin embargo, una nueva tecnología del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, puede pronto cambiar eso: Un equipo de ingenieros ha desarrollado una forma para detectar coágulos de sangre mediante un simple análisis de orina.
Esta técnica de diagnóstico no invasiva, ideada por el equipo de Sangeeta Bhatia, directora del Laboratorio de Tecnologías Regenerativas Multiescala del MIT, se basa en el uso de nanopartículas (partículas de tamaño nanométrico) que detectan la presencia de trombina, un factor de coagulación clave.
Los análisis que hoy se utilizan para una detección precoz de coagulación de la sangre son muy indirectos y no es fácil que detecten un coágulo de sangre en sus fases más tempranas de formación.
El nuevo sistema de detección emplea nanopartículas de óxido de hierro, las cuales ya están aprobadas para su uso en humanos por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA): Estas nanopartículas se recubren con péptidos especializados para interactuar con la trombina. El proceso, probado en ratones, funciona así: Después de ser inyectadas en los ratones, las nanopartículas viajan por el interior del cuerpo. Cuando las nanopartículas se topan con la trombina, ésta corta los péptidos en un sitio especifico de la molécula, lo que libera fragmentos que luego son expulsados en la orina de los animales.
Una vez que la orina es recogida, los fragmentos proteicos pueden ser identificados. Los investigadores han demostrado que la cantidad de “etiquetas” presentes en la orina es directamente proporcional al nivel de coagulación de la sangre en los pulmones de los ratones.
Hay dos posibles aplicaciones para esta clase de prueba médica. Una es vigilar a pacientes que llegan a la unidad de emergencias médicas quejándose de síntomas que podrían estar causados por un coágulo de sangre. La prueba con las nanopartículas permitiría al personal sanitario determinar con rapidez el nivel de gravedad del paciente y su grado de prioridad de tratamiento o de profundización en el diagnóstico frente al grado de prioridad de otros pacientes ingresados en Urgencias.
Otra aplicación es monitorizar a pacientes que presentan un alto riesgo de sufrir la formación de coágulos, como ocurre por ejemplo con personas que han pasado mucho tiempo en cama recuperándose de una operación quirúrgica. Si un paciente presenta un cierto riesgo de trombosis, se le podría enviar a su domicilio pero entregándole una caja de tiras reactivas o varillas de test para este nuevo análisis, al estilo de las usadas para las pruebas de embarazo en casa, y así la persona podría detectar la aparición de un problema de coagulación si la varilla se pone por ejemplo de color azul.
noviembre 19/2013 (NYCT)