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El dolor crónico o persistente es una complicación común de los ictus isquémicos, según revela un estudio publicado en la revista Stroke.
En varios ensayos de tratamientos para prevenir un segundo ictus, los investigadores hallaron un 10,6 % más de supervivientes a ictus que desarrollaron dolor crónico.
«Los síndromes de dolor crónico son comunes, incluso los que conllevan la aparición de un ictus de gravedad leve o moderada», afirma Martin J. O’Donnell, profesor de medicina traslacional en la Universidad de Irlanda en Galway.
Los investigadores examinaron los datos de 15 754 personas que habían sobrevivido a un ictus de gravedad leve o moderada e hicieron posteriormente un seguimiento durante 30 meses en el Prevention Regimen for Effectively Avoiding Second Strokes.
Los expertos observaron que, de los 1665 supervivientes a un ictus que presentaron dolor crónico al poco tiempo de sufrirlo, 437 manifestaron dolor neuropático del ictus, 238 sufrieron una neuropatía periférica, 208 presentaron dolor por espasticidad, 86 dijeron que sufrían más de un tipo de dolor y 739 mostraron otras causas de dolor.
Los pacientes que desarrollaron dolor crónico tras haber sufrido el ictus eran más dependientes en el tratamiento de recuperación que los que no lo sufrían. Los pacientes con causas no neuropáticas del dolor tendían a experimentar un declive cognitivo.
noviembre 23/2013 (Diario Médico)