oct
25
El virus PRD1 emplea lípidos y proteínas que forman parte de su estructura para generar un tubo conductor de su genoma con el que penetra e infecta las células.
Nicola Abrescia, investigador del Centro de Investigación Cooperativa CIC bioGUNE en el País Vasco, en colaboración con la Universidad de Helsinki (Finlandia), ha descubierto una nueva forma que tienen los virus de infectar las células. El mecanismo implica la formación de un tubo generado con grasas y proteínas preexistentes en la propia estructura del virus.
El virus que han analizado es representativo de otros virus que pueden infectar células animales, vegetales, bacterias y otros tipos de células.
La principal conclusión del estudio es que el fago PRD1 emplea las proteínas de la membrana que contiene su vesícula lipídica y los mismos lípidos para ensamblar el tubo. «El virus baceriófago PDR1 es especial en el sentido de que no tiene una cola rígida. En su lugar, en el momento de infectar una bacteria, crea un tubo para trasferir su material genético al interior de la célula. El virus logra conformar el tubo reestructurando la cápsida icosaédrica y remodelando la vesícula interna, rica en proteínas de membrana», explicó Abrescia.
El virus PDR1 infecta a bacterias como la Salmonella o la E. coli, de modo que se pordría avanzar en la lucha contra estas infecciones. «Si la ciencia comprende cómo este virus perfora y penetra la célula que va a infectar, potencialemente se puede pensar en recrear en el laboratiorio de manera artificial tubos similares a los que genera el virus PRD1 para emplearlos como antibióticos», finalizó Abrescia.
octubre 24/2013 (Diario Médico)