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Las personas mayores con un problema de peso pueden aliviar su dolor de rodilla por osteoartritis si pierden apenas un 10 % de su peso corporal mediante la dieta y el ejercicio, según un estudio reciente.
Las personas con sobrepeso y obesas de 55 años o mayores que participaron en un programa de dieta y ejercicio afirmaron que sentían menos dolor, que la rodilla funcionaba mejor, que se movían mejor y que su calidad de vida había mejorado cuando perdieron la décima parte de su peso, según el estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association (doi: 10.1001/jama.2013.277669.).
«Hubo un aumento del 162 % en los reemplazos de rodilla durante los últimos 20 años en las personas de 65 años y mayores, con un costo de 5000 millones de dólares al año», afirmó el autor principal del estudio, Stephen Messier. «Desde nuestro punto de vista, creemos que al menos sería una buena manera de retrasar los reemplazos de rodilla y posiblemente evitar algunos de ellos».
El estudio, que duró 18 meses, realizó un seguimiento de los hallazgos que anteriormente habían mostrado que una pérdida del 5 % del peso reducía el dolor de rodilla y mejoraba el funcionamiento en las personas mayores, señaló Messier, profesor y director del Laboratorio de Biomecánica J.B. Snow de la Universidad de Wake Forest.
«Pensamos que con una reducción del 5 % se consiguió mucho; pero, ¿y si reducíamos aún más?», explicó. «¿Una pérdida mayor de peso conduciría a más mejoras en los resultados clínicos?».
El estudio contó con 454 personas con sobrepeso y obesas que sufrían de dolor de rodilla por una osteoartritis diagnosticada. Se les asignó aleatoriamente a uno de estos tres grupos: solo dieta, solo ejercicio y dieta y ejercicio combinados.
Los participantes empezaron un programa de ejercicio de tres veces a la semana que incluía dos sesiones de 15 minutos caminando separadas por una sesión de 20 minutos de entrenamiento de fuerza.
«En total duraba una hora, incluyendo el calentamiento y el enfriamiento», explicó Messier. «No era nada extraordinario, nada que nadie más pudiera hacer. Creemos que obtuvimos estos resultados a través de medios muy prácticos».
Las restricciones dietéticas fueron más intensas. Los investigadores limitaron a los participantes a tomar entre 1100 y 1200 calorías por día. Se alimentaban con dos batidos al día, que reemplazaban a las comidas, de 300 calorías cada uno y con una cena equilibrada que contenía entre 500 y 750 calorías, señaló Messier.
Aproximadamente el 88 % de los participantes completaron el estudio de 18 meses. Los investigadores observaron los siguientes resultados:
Las personas que se sometieron a un régimen de dieta y ejercicio combinado perdieron más peso en promedio que las que solo hicieron dieta o ejercicio.
Las personas del grupo de la dieta y el ejercicio sentían menos dolor de rodilla y les funcionaba mejor, andaban más rápidamente y tenían una calidad de vida mejor con respecto a la salud física que las del grupo del ejercicio solo.
Las personas de los grupos que hicieron la dieta o combinaron la dieta con el ejercicio vieron como la inflamación se redujo en comparación con las del grupo que solo hicieron ejercicio.
Las personas del grupo que hizo solo dieta disfrutaron de una reducción significativa de la carga sobre la articulación de las rodillas en comparación con las del grupo que solo hicieron ejercicio.
Los investigadores también comentaron que había una respuesta a la dosis en la pérdida de peso: cuanto más peso perdía una persona, mejor se sentía, comentó Messier.
«Claramente, las personas del grupo que perdieron más del 10 % de su peso experimentaron, de forma significativa, menos dolor, un funcionamiento mejor, una carga en la articulación menor y una inflamación menor», afirmó. «Cuando un médico dice que hay que perder algo de peso, un 10 % debería ser el objetivo».
La vocera de Arthritis Foundation, la Dra. Patience White, comentó que los hallazgos del estudio deberían animar a las personas con sobrepeso que sufran un dolor de rodilla.
«No estamos hablando de que las personas consigan rebajar su peso corporal hasta el ideal», indicó White, vicepresidenta de políticas y defensoría públicas de la fundación. «Solo tienen que perder un 10 % de su peso total. Alguien que pese 300 libras (136 kg) solo necesita perder 30 libras (13.6 kg). Pienso que eso está al alcance de las personas».
No obstante, aconsejó a los que sufren de artritis que consultarán con sus médicos antes de empezar un programa de dieta y ejercicio. «Si las personas desean volverse físicamente activas, han de hacerlo de tal modo que no les dañe las articulaciones», señaló White.
El autor del estudio, Messier, también advirtió que las personas que quieren resultados han de ceñirse al programa a largo plazo.
«Pienso que si el estudio no hubiera sido a largo plazo no hubiéramos visto los mismos resultados. Después de seis meses, los integrantes de los tres grupos sentían que el dolor les había disminuido por igual. Solo empezamos a observar diferencias significativas después de 18 meses», señaló. «Queremos ayudar a las personas a cambiar su conducta a largo plazo, de modo que lo hagan durante el resto de su vida».
septiembre 25/2013 (Medlineplus)
Messier SP, Mihalko SL, Legault C, Miller GD, Nicklas BJ, DeVita P.Effects of intensive diet and exercise on knee joint loads, inflammation, and clinical outcomes among overweight and obese adults with knee osteoarthritis: the IDEA randomized clinical trial.JAMA. 2013 Sep 25;310(12):1263-73