sep
24
Un equipo de científicos logró por primera vez eliminar del cerebro de roedores recuerdos indeseados relacionados con los efectos de las drogas.
Según los científicos del Scripps Research Institute, en Estados Unidos, se realizó con éxito el experimento en ratas y ratones, sin que este afecte a recuerdos benignos.
Los expertos consideran que el descubrimiento podría ser un paso adelante para adictos en recuperación, así como para aquellas personas que sufren trastornos de estrés postraumático.
Courtney Miller, directora del estudio, enfatizó que el objetivo de la investigación es entender qué diferencia a estos recuerdos pues las pruebas revelaron que los ratones perdían únicamente los asociados con la metanfetamina.
Los científicos sugieren que el reciente descubrimiento puede estar relacionado con los efectos de la dopamina.
Este neurotransmisor se involucra con las zonas cerebrales de recompensa y placer, así como en su capacidad de modificar las células nerviosas ligadas a la formación de los recuerdos.
Los autores de la investigación también destacan que el procedimiento sería de gran utilidad para la eliminación selectiva de evidencias de experiencias relacionadas con el abuso de droga o vivencias traumáticas.
Sobre el tema, otros estudios publicados en la revista especializada Nature sostiene que para eliminar un recuerdo basta, en teoría, con silenciar aquella neurona que atesora la huella dejada en el cerebro por un mal momento.
Neurocientíficos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, Estados Unidos, aseguraron que es posible implantar falsos recuerdos en el cerebro de ratones y que muchos de los rastros neurológicos son idénticos a la de la memoria auténtica.
septiembre 11/2013 (PL)
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
Young EJ, Aceti M, Griggs EM, Fuchs RA, Zigmond Z, Rumbaugh G.Selective, Retrieval-Independent Disruption of Methamphetamine-Associated Memory by Actin Depolymerization.Biol Psychiatry. 2013 Sep 5. Doi:10.1016/j.biopsych.2013.07.036