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El exceso de grasa alrededor del vientre ha sido recientemente identificado como un factor de riesgo para la pérdida ósea, pero ahora un nuevo estudio ha determinado que el exceso de grasa del hígado y el músculo también puede ser perjudicial para los huesos.
El estudio, publicado en la revista Radiology (doi:10.1148/radiol.13130375), encontró que las personas obesas con niveles altos de grasa en el hígado, los músculos y la sangre también tienen cantidades más altas de grasa en la médula ósea, lo que los pone en riesgo de osteoporosis.
«Hubo un tiempo en el que se pensó que la obesidad era de protección contra la pérdida ósea», dijo la autora principal del estudio, Miriam A. Bredella, radióloga del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, y profesora asociada de Radiología de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, Estados Unidos. «Hemos descubierto que esto no es cierto», sentencia.
Mientras que otros estudios han examinado la relación entre la grasa visceral y la densidad mineral ósea, esta investigación se centró en grasa dentro de la médula ósea, el tejido esponjoso dentro de los huesos del cuerpo que produce las células madre.
«En nuestro ensayo, nos centramos en la grasa de la médula ósea, ya que es donde las células madre pueden desarrollarse en osteoblasto, las células responsables de la formación de hueso, o las células de grasa», destacó Bredella. «También queríamos ver la relación entre la grasa de la médula ósea y otros componentes grasos, como los del hígado y el músculo», añadió.
Bredella y sus colegas utilizaron la espectroscopia de protones por resonancia magnética (MRS, en sus siglas en inglés), una técnica que permite la medición precisa de la grasa, para examinar a 106 hombres y mujeres de 19 a 45 años, que eran obesos en base a mediciones de índice de masa corporal (IMC), pero por lo demás sanos.
«MRS tiene ninguna radiación, es rápida de realizar y se puede cuantificar la cantidad de grasa en la médula ósea, los músculos y el hígado», subrayó la principal autora de esta investigación. Los resultados de la MRS demostraron que las personas con más grasa en el hígado y muscular tenían niveles más altos de grasa en la médula ósea, independientemente del índice de masa corporal, la edad y el estado de ejercicio.
El colesterol HDL, el tipo de colesterol «bueno» que se asocia con un menor riesgo de enfermedades del corazón, se asoció inversamente con el contenido de grasa de la médula ósea. Los niveles más altos de grasa de la médula ósea ponen a las personas en mayor riesgo de fractura, según Bredella, ya que la grasa de la médula ósea hace los huesos más débiles.
«Si usted tiene una columna vertebral que está llena de grasa, no va a ser tan fuerte», afirma Bredella. Los triglicéridos, el tipo de grasa que se encuentra en la sangre, también tuvo una correlación positiva con la grasa de la médula ósea, posiblemente porque estimula los osteoclastos, un tipo de célula que rompe el tejido óseo.
Se necesita más investigación para aclarar aún más el mecanismo detrás de esta diferenciación de las células madre. La doctora Bredella señaló que las moléculas de señalización celular llamadas citoquinas son conocidas por promover la transformación de las células madre en la grasa. «La obesidad puede cambiar el linaje de células madre, lo que resulta en más grasa de la médula ósea», concluyó.
julio 16/2013 (Diario Médico)
Bredella MA, Gill CM, Gerweck AV, Landa MG, Kumar V, Daley SM.Ectopic and Serum Lipid Levels Are Positively Associated with Bone Marrow Fat in Obesity.Radiology. 2013 Jul 16.