Las personas con algún miembro amputado  experimentan a menudo el síndrome del «miembro fantasma», la sensación de que  el miembro que falta está aún ahí, presente, pero un estudio sueco muestra que incluso los no amputados pueden experimentar esta extraña  sensación.  

«Nuestros resultados muestran que ver la mano físicamente es  sorprendentemente insignificante para el cerebro a la hora de crear la  experiencia física de uno», dijo el principal autor del estudio, Arvid  Guterstam del instituto sueco Karolinska.

El síndrome de miembros fantasma puede ser muy angustiante y doloroso para  los amputados, y la medicación no puede ayudar ya que la sensación es  esencialmente un tema del cerebro, que imagina la existencia de un miembro que  no está ahí.

Guterstam dijo que su equipo esperaba que los resultados del estudio puedan  ayudar en las investigaciones futuras sobre los daños de los amputados.

Los investigadores llevaron a cabo 11 diferentes experimentos creando la  ilusión para que voluntarios con dos brazos y manos experimenten que tienen una  mano invisible.

En los experimentos, los participantes se sentaron alrededor de una mesa  con su mano derecha escondida.

Un investigador tocaba luego la mano derecha del participante con un pincel  mientras que imitaba el mismo movimiento con otro pincel en el aire dentro de  la visión del participante.

«Descubrimos que la mayoría de los participantes, en menos de un minuto,  transferían la sensación de ser tocados en la región en el espacio en donde  veían moverse el pincel y experimentaban una mano invisible en esa posición»,  indicó Guterstam.

«Investigaciones anteriores mostraron que objetos que no son del cuerpo,  como un bloque de madera, no pueden experimentarse como la mano de uno, por lo  tanto estamos extremadamente sorprendidos de descubrir que el cerebro puede  aceptar una mano invisible como parte del cuerpo», añadió.

En otro experimento, los investigadores utilizaron un cuchillo de manera  amenazante en la zona del espacio vacía «ocupada» por la mano invisible y  midieron la transpiración del participante en sus manos ante esta percepción de  amenaza.

Hallaron que el estrés del participante era superior cuando experimentaban  la ilusión, y desaparecía cuando se rompía la ilusión.

En un tercer experimento, se les pidió a los voluntarios que cerraran los  ojos y que señalaran con su mano izquierda la derecha. Luego de experimentar la  ilusión por un tiempo señalaban el lugar de «su mano invisible» en vez del  lugar en donde estaba la real.

Los investigadores también midieron la actividad cerebral, y hallaron que  la ilusión de la mano invisible aumentaba la actividad en las partes del  cerebro normalmente activas cuando los individuos ven que se toca sus manos  reales.

El 74% de los 234 voluntarios experimentaron el síndrome de «miembro  fantasma» durante las pruebas, dijo Guterstam.

Los resultados fueron publicados en el estadounidense Journal of  Cognitive Neuroscience (doi:10.1162/jocn_a_00393).
abril 11/2013 (AFP) –

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Arvid Guterstam, Giovanni Gentile, and H. Henrik Ehrsson. The Invisible Hand Illusion: Multisensory Integration Leads to the Embodiment of a Discrete Volume of Empty Space.Journal of  Cognitive Neuroscience.  Abril 11, 2013.

abril 29, 2013 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Neurofisiología | Etiquetas: , , |

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