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Expertos de Centroamérica, México y la República Dominicana iniciaron en San Salvador una reunión con el objetivo de unificar criterios para prevenir y combatir una rara enfermedad renal crónica que afecta principalmente a agricultores de la región y podría tener origen tóxico.
La reunión técnico-científica fue inaugurada en un hotel de la capital salvadoreña por, entre otros, la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, y el embajador de España en El Salvador, Francisco Rabena Barrachina, cuyo Gobierno apoya las investigaciones de la enfermedad.
Durante el encuentro expertos de salud, medio ambiente y organismos internacionales de Centroamérica, México y República Dominicana elaborarán un documento que elevarán a los ministros de sus respectivos países para que se tomen medidas concretas para contrarrestar la enfermedad a nivel regional.
La enfermedad tiene múltiples causales, pero el mayor es el factor tóxico al que están sometidos los agricultores, que es la población más afectada, dijo a Efe el cubano Raúl Herrera Valdés, especialista en nefrología y asesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Precisó que la extraña insuficiencia renal afecta a «todas las comunidades agrícolas de los países centroamericanos».
También se han reportado casos en el sur de México y en otros países, «como Sri Lanka, Egipto, Nepal y Vietnam», agregó.
Herrera Valdés advirtió, sin dar cifras, de que es una enfermedad que va «en incremento».
El secretario ejecutivo del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (COMISCA), Rolando Hernández, dijo a Efe que aún están en proceso de elaboración los datos estadísticos de la enfermedad en Centroamérica.
Sin embargo, destacó que es un «problema de salud pública» para la región, que va en aumento, y como tal debe tomarse en cuenta.
Los estudios hechos en México, Honduras, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y El Salvador reflejan que la frecuencia de esta insuficiencia renal en la región es «tres o cuatro veces mayor» que la mundial, que es del 5 % de la población, dijo a Efe el representante en el país de la OPS y la Organización Mundial de la Salud (OMS), José Ruales.
«Por ejemplo, las variaciones van entre el 17 % y el 20 % en León y Chinandega, en Nicaragua, al 18 % en el Bajo Lempa, en El Salvador’, agregó.
Además, «más de la mitad de los casos no se relacionan a los factores tradicionales» que desencadenan problemas renales, pues «entre el 50 % y el 60 % no están relacionados con diabetes, hipertensión», entre otros padecimientos.
La insuficiencia renal no tradicional se da más en hombres que en mujeres, se presenta «en personas jóvenes en edad productiva, menores de 60 años, incluso menores de 18 años», detalló Ruales. Y que la insuficiencia renal crónica tradicional generalmente se da en mayores de 60 años y no distingue sexo.
Es necesario un plan contra la enfermedad en cada país e incluso «debiera de ser un plan de acción internacional», dijo la ministra de Salud durante la inauguración del evento.
El representante de la OPS-OMS indicó que los gobiernos deben hacer un esfuerzo, junto a las instituciones académicas de investigación, para estudiar mejor las causas de esta enfermedad.
Los sistemas de salud de la región tienen que hacer un esfuerzo para cubrir la demanda alta que existe por esta enfermedad, añadió.
Solo El Salvador «requiere alrededor de 15 millones de dólares» anuales para atender a pacientes con insuficiencia renal crónica, indicó Ruales.
Entre 2002 y 2011 murieron al menos 5296 personas por esta enfermedad en El Salvador, según datos del Ministerio de Salud.
El Salvador es el país que más ha avanzado en la investigación de esta enfermedad, labor que desde 2009 recibe apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
abril 26/2013 (EFE)
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