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La determinación no invasiva del genotipo RhD fetal debería ser una prueba rutinaria y todas las gestantes con factor Rh- deberían realizarse esta prueba, de manera que solamente las que estén realmente embarazadas de un feto Rh+ reciban la inmunoprofilaxis con gammaglobulina anti-D.
Los análisis del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña de las muestras de 800 embarazadas demuestran que este abordaje profiláctico ha reducido notablemente los casos de enfermedad hemolítica feto/neonato por incompatibilidad Rh.
Como ha señalado Eduardo Muñiz, jefe de la División de Inmunohematología del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña, «la profilaxis se aplica en la actualidad al 100 % de las mujeres Rh- para evitar que desarrollen anticuerpos contra el factor RhD de los fetos. Pero, en realidad, sabemos que sólo un 60 % van a ser portadoras de un feto positivo y, por tanto, hay un 40 % de mujeres que se podrían beneficiar de no recibir la gammaglobulina anti-D si realizamos esta prueba y demostramos que el feto es Rh-«.
«Esta es una tecnología que, como todas, pasó al principio una fase de experimentación. Pero hoy en día está probada su sensibilidad y especificidad. Y es el momento de que los países desarrollados tomen la decisión de implantarla como una prueba obligatoria en la rutina de las mujeres Rh-, como ya sucede en Dinamarca y Holanda y ocurrirá próximamente en el Reino Unido y Francia. Curiosamente, en Cataluña fuimos pioneros en toda Europa, pero está costando que se implante de manera ordinaria y hacer así un uso racional de la gammaglobulina anti-D», ha recordado.
La prueba consiste en una extracción de sangre de la que se separa el plasma, que contiene ADN circulante del feto en una proporción que va aumentando durante toda la gestación. Esa proporción a partir de las 12-13 semanas de embarazo es la suficiente para poder hacer el genotipo.
Coste-beneficio
«El coste unitario está sujeto al volumen de muestras que se procesen: es una prueba que, con el paso del tiempo, debe irse abaratando. El coste es similar al de la gammaglobulina y está confirmado el beneficio de hacer una administración racional de un producto de origen humano como la gammaglobulina anti-D. Esta técnica no puede valorarse sólo en términos de coste-beneficio desde una perspectiva económica; es un tema sobre todo de calidad y, especialmente, de seguridad respecto a lo que se está haciendo y el avance que supone administrar este producto específicamente a las mujeres que lo necesitan», ha destacado Muñiz.
Los datos del Banco de Sangre y Tejidos muestran que aproximadamente un 1,5 % de las mujeres se siguen sensibilizando y desarrollando anticuerpos a pesar de la inmunoprofilaxis. De este porcentaje, aproximadamente la mitad de los fetos/neonatos pueden verse afectados.
«El manejo es variable, dependiendo del grado de gravedad de la enfermedad: puede precisarse exclusivamente fototerapia para disminuir los niveles de bilirrubina o puede ser necesario el recambio de la sangre del niño o la transfusión de hematíes compatibles. En los casos más graves, que por suerte son excepcionales, puede producirse la muerte del feto por anemia», ha recalcado.
El experto ha subrayado que este abordaje permite reemplazar la estrategia que se utiliza en la actualidad «por una más racional. Y los propios obstetras saben que es factible, por lo que ahora corresponde implantarla».
abril 22/2013 (Diario Médico)