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Tres ensayos que se presentaron recientemente en el congreso anual de la Academia Americana de Neurología, en San Diego, aportan mejoras en calidad de vida para los pacientes con enfermedad de Parkinson (EP).
Los tres se han llevado a cabo en el Centro de EP y Alteraciones del Movimiento de la Universidad de South Florida, en Tampa, Estados Unidos.
El primero tiene que ver con la bajada rápida de presión arterial que los pacientes de EP pueden experimentar al estar de pie, con los consiguientes desvanecimientos y caídas. Esto, que afecta a un 18 % de los enfermos, ocurre cuando el sistema nervioso autónomo no segrega norepinefrina suficiente para responder a cambios de postura. En un ensayo randomizado con 225 pacientes se ve que droxidopa, que se convierte en norepinefrina, reduce síntomas dos veces más que placebo.
Otro estudio prueba una nueva terapia para el llamado wearing off o deterioro fin de dosis. Los resultados, sobre 420 individuos, apuntan a que el fármaco reduce en una hora diaria el tiempo off al final del tratamiento. Tampoco tuvieron más episodios de discinesia en los periodos on.
La tercera investigación apunta a pacientes con EP inicial cuyos síntomas no se controlan bien con un fármaco agonista de la dopamina; la rasagilina mejoró en 2,4 puntos en una escala de la EP frente a placebo.
marzo 20/2013 (JANO.es)