Un grupo internacional ha desarrollado un nuevo modelo de infección celular por el que, a través de una novedosa tecnología, han conseguido una proteína manipulada que impide la entrada de  virus patógenos, como el de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, o el del Ébola, en las células.Si el del VIH puede considerarse entre los más extendidos en el mundo, el del Ébola es un atractivo modelo de estudio porque parece ser el más virulento de los que se conoce. Sin abordaje, fallece entre el 50-80 %  de los afectados, aunque su actividad se limita a brotes, fundamentalmente en África.

«La proteína manipulada con un virus inocuo está modificada en su superficie con los mismos azúcares que presentan también en su envoltura externa los virus del VIH y del Ébola. Cuando son reconocidas por los receptores de dichos agentes infecciosos, estas proteínas impiden el desarrollo de la infección celular», ha indicado a DM Rafael Delgado, responsable del Laboratorio de Microbiología Molecular del Servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, y uno de los científicos que ha llevado a cabo el análisis publicado en el último número de Nature Communications (doi:10.1038/ncomms2302).

Puntos compartidos
En la investigación, que se encuadra dentro del VII Programa Marco de la Unión Europea (Red Europea Carmussy), también han participado Javier Rojo, del Instituto de Investigaciones Químicas, centro mixto del CSIC y de la Universidad de Sevilla, e investigadores de la Universidad de Oxford (Gran Bretaña).

Aunque muy diferentes, ambos virus tienen aspectos comunes como el hecho de que para entrar y diseminarse dentro de la célula utilizan un receptor, descrito hace unos años por el mismo grupo, que se encuentra en las células dendríticas, vitales en la respuesta inmune, denominado DC-SIGN. «Los virus VIH y Ébola se aprovechan de esta molécula, normalmente defensiva, para introducirse en las células dendríticas y así infectar y diseminarse a otros órganos. El objetivo ha sido impedir que el virus se enganche e interaccione con esta molécula».

Una de las novedades del trabajo es su original tecnología basada en un procedimiento de nanotecnología que consiste en la síntesis de un virus inocuo que infecta bacterias, un bacteriófago denominado Q-beta, modificado para que en su superficie se parezca mucho a la envuelta del VIH y del Ébola, una especie de proteínas disfrazadas.

«Se han añadido todos los azúcares que presentan estos virus en sus superficies y que son, precisamente, los responsables de la interacción entre el virus y las moléculas DC-SIGN. Se ha comprobado que al añadir estas partículas de virus modificados que expresan los mismos azúcares presentes en la cubierta del VIH y del Ébola se bloquea de manera muy eficaz, y hasta ahora no conseguida porque se ha logrado en concentraciones picomolares, la entrada del virus dentro de las células sanas».

Según Delgado, se trata de un buen modelo para emplearse en otras patologías, e incluso en otros ámbitos médicos, porque existen otros virus que también se aprovechan del receptor DC-SIGN para entrar e infectar a las células como por ejemplo, el del dengue, que sólo dispone de tratamiento sintomático, y el de la hepatitis C.

Vertiente clínica
Las aplicaciones futuras de este modelo pueden ser muy útiles y variadas. En primer término, estos compuestos podrían formar parte de la formulación de microbicidas, geles de aplicación vaginal, para bloquear el VIH. Pero esta plataforma abre nuevas vías no sólo en el campo de los antivirales.

La oncología es un ámbito prometedor porque «se pueden señalizar estas partículas con diferentes moléculas, de manera que se puede plantear que transporten un fármaco concreto a una célula exacta. Así, se puede llevar a cabo tratamiento celular específico». Igualmente, en inmunoterapia, para expresar una vacuna en la célula dendrítica en la inmunización», añade el científico.

Un pequeño bloqueador disfrazado llamado Q-beta
La metodología que se ha empleado para el desarrollo de esta proteína manipulada que impide la penetración de los virus, al menos del VIH y del Ébola, en las células sanas, anula la cerradura que abre la puerta de entrada de la infección y que, fundamentalmente, se centra en los azúcares de la envuelta de los virus. El bacteriófago Q-beta, se une a DC-SIGN y sella la cerradura de entrada.
enero 21/2013 (Diario Médico)

Renato Ribeiro-Viana, Macarena Sánchez-Navarro, Joanna Luczkowiak, Julia R. Koeppe, Rafael Delgado, Javier Rojo.Virus-like glycodendrinanoparticles displaying quasi-equivalent nested polyvalency upon glycoprotein platforms potently block viral infection. Nature Communications 3, Article number:1303. 18 Dic 2012

enero 22, 2013 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Ingeniería Genética, VIH/sida | Etiquetas: , , , , , |

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