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Las emisiones de mercurio se han duplicado desde 2005, lo que supone una gran amenaza para la salud de hasta 15 millones de personas, principalmente en África, Asia y América del Sur, de los que al menos 3 millones son mujeres y niños.
Este es uno de los datos que recoge un estudio hecho por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), titulado «Mercurio: es tiempo de actuar», hecho público en una rueda de prensa en Nairobi.
«El mercurio, que existe en diversas formas, sigue siendo un importante reto a nivel global, regional y nacional en cuanto a las amenazas que implica para la salud y para el medio ambiente», afirmó el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.
El estudio del PNUMA, con sede en la capital de Kenia, será presentado formalmente en la quinta reunión del Comité Negociador Internacional sobre Mercurio (INC5), que tendrá lugar en Ginebra entre los próximos 13 y 18 de enero.
El documento sostiene que las pequeñas explotaciones mineras de oro contribuyen al 35 % de la emisión global de mercurio (sustancia usada para limpiar el preciado metal dorado), unas 727 toneladas anuales.
En segundo lugar, se encuentra la quema de carbón para la producción de electricidad, un 24 % del total, que se traduce en 475 toneladas al año, por lo que Asia es el continente donde más emisiones de mercurio se producen por su rápido crecimiento industrial.
«Sabemos, desde hace siglos, que el mercurio es un producto tóxico, pero hoy en día tenemos muchas tecnologías alternativas y procesos para reducir el riesgo al que están expuestas decenas de millones de personas», explicó Steiner en la rueda de prensa.
El estudio apunta, además, que en los últimos 100 años la cantidad de mercurio presente en los 100 metros superiores de los océanos se ha duplicado, lo que contamina a una gran cantidad de peces que luego son ingeridos por la población.
De hecho, buena parte de la contaminación de mercurio que sufre el hombre es a través de la ingesta de pescado procedente de aguas con un alto nivel de esa sustancia, algo que afecta especialmente a las mujeres embarazadas y a los niños.
El mercurio causa daños tanto en el sistema nervioso del hombre como en las tiroides, los riñones, los pulmones, el sistema inmunológico, los ojos, las encías y la piel.
El estudio del PNUMA indica, por otra parte, que el cambio climático también está afectando a las emisiones de mercurio, pues grandes cantidades de ese metal, que antes estaban congeladas en glaciares o la Antártida, están llegando a lagos, ríos y océanos debido al calentamiento global.
Por eso, la investigación del organismo de la ONU, la primera en la que se estudia a nivel global la cantidad de mercurio que se puede encontrar en los ríos y lagos, estima que se han filtrado unas 260 toneladas de mercurio a las masas y corrientes de agua.
Para tratar de controlar el nivel de emisiones de mercurio, el próximo 13 de enero arrancará en Ginebra la quinta reunión del Comité Negociador Internacional sobre Mercurio (INC5), a la que asistirán representantes gubernamentales de unos 100 países.
El principal objetivo de este encuentro es la firma de un acuerdo vinculante, para tratar de minimizar la emisión de mercurio y el consecuente riesgo para las personas y el medioambiente.
El mercurio que se emite puede estar circulando por el medioambiente durante siglos, por lo que el PNUMA advierte de que, a pesar del compromiso para reducir su uso, esa medida no será perceptible hasta dentro de varios años e incluso décadas.
enero 10/2013 (EFE)
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