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Investigadores de la Universitat de València (UV) han analizado por primera vez las bacterias, genes, enzimas y moléculas que forman la microbiota intestinal de pacientes tratados con antibióticos, publican sus resultados en la edición digital de la revista Gut.
La investigación, que ha contado con la colaboración del CSIC, el Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP), la Universidad CEU San Pablo y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Epidemiología y Salud Pública (CIBEResp), ha comparado muestras de heces de un paciente tomadas antes, durante y al finalizar el tratamiento.
La microbiota o flora intestinal han coevolucionado en simbiosis con el ser humano. El tratamiento con antibióticos puede alterar esta simbiosis desde etapas tempranas de la terapia.
Según los resultados del estudio, la biodiversidad de las bacterias que forman la microbiota intestinal disminuye durante el tratamiento hasta el punto de alcanzar su mínimo 11 días después del inicio. Sin embargo, al acabar la terapia, la situación se revierte y el paciente presenta una población bacteriana similar a la que tenía al principio.
Este trabajo «demuestra por primera vez que las bacterias intestinales presentan una menor capacidad de producción de proteínas, así como deficiencias en actividades clave, durante y al finalizar el tratamiento», explica Andrés Moya, uno de los coordinadores del estudio, que trabaja en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Parc Científic de la UV. En concreto, el estudio sugiere que la microbiota intestinal presenta una menor capacidad para asimilar hierro y digerir ciertos alimentos así como de producir moléculas esenciales para el organismo.
La investigación también muestra que bacterias poco abundantes en la flora intestinal, pero poco activas al inicio del tratamiento, sí lo son al acabar y pueden llegar a tener un papel relevante en el intestino como consecuencia directa de los antibióticos, según Manuel Ferrer, investigador del CSIC. «Dichas bacterias podrían ser responsables de mejorar la interconexión entre el hígado y el colon y la producción de moléculas esenciales como ácidos biliares, hormonas y derivados del colesterol», indican los investigadores.
Moya ha asegurado que «solo a través de un análisis global y detallado de diferentes antibióticos y personas de distinto origen geográfico, edad o estado de salud se pueden llegar a alcanzar terapias e intervenciones quirúrgicas personalizadas», ha dicho.
enero 9/2013 (Diario Médico)
Pérez-Cobas AE, Gosalbes MJ, Friedrichs A, Knecht H, Artacho A, Eismann K, et. al. Gut microbiota disturbance during antibiotic therapy: a multi-omic approach. Gut. 2012.