nov
29
La cirugía mínimamente invasiva favorece que la edad ya no sea un impedimento para someterse al paso por el quirófano, incluso en personas mayores de 80 años.
La eficacia de la cirugía mínimamente invasiva es muy alta en el tratamiento de las afecciones de la columna vertebral, especialmente la estenosis de canal lumbar y la hernia discal en las personas de mayor edad, como se ha puesto de manifiesto en el X Simposium Internacional de Patologías de la Columna Vertebral celebrado en la Clínica La Luz de Madrid.
«La evidencia científica probada nos demuestra que este tipo de técnicas son ampliamente efectivas en casi el 90 % de los casos en los que han sido aplicadas», comenta Francisco Villarejo, director del Simposium y jefe de la Unidad de Neurocirugía de la Clínica La luz. «Sin embargo, existen aún muchas reticencias y dudas sobre los beneficios de este tipo de cirugía, lo que provoca que sólo dos de cada diez pacientes se sometan a la intervención».
El creciente envejecimiento de la población provoca que las patologías degenerativas de la columna vertebral supongan la segunda causa de enfermedad crónica en los pacientes de entre 65 y 75 años. Estas cifras hacen prever que en torno al 80 % de las personas en esta franja de edad, padecerán algún tipo de enfermedad de la columna. Según explica Marcelo Budke, neurólogo del hospital infantil universitario Niño Jesús, el objetivo es la búsqueda de tratamientos poco agresivos y de corta duración, no sólo por la enfermedad en sí, sino también por las patologías asociadas a la edad.
«El primer paso es intentar alargar al máximo el estado de salud de la columna vertebral, pero en gran parte de los casos serán necesarias intervenciones más precisas y menos invasivas», añade Fernando Carceller, de la Unidad de Neurocirugía de la Clínica La Luz y ponenete del simposium. «Esta técnica nos permite hacer una reconstrucción de la columna mediante la informática y centrarnos en cada uno de los segmentos por separado».
La microcirugía permite también realizar un abordaje individualizado a cada paciente. Para el tratamiento de la estenosis, la más común de las enfermedades en la tercera y cuarta edad, se colocan por vía percutánea unas fijaciones interespinosas o espaciadoras que, de modo pregresivo, permiten la abertura del canal para eliminar la compresión, que es la causa del dolor y el entumecimiento en las extremidades inferiores. Del mismo modo, estas prótesis pueden emplearse también en caso de hernias discales o debilitamiento morfológico por osteoporosis en ciertas regiones.
«Será necesario un esfuerzo colectivo: equipos de profesionales bien integrados y familiarizados con la patología que estén acostumbrados a aplicar los mismos protocolos de forma precisa», concluye Carceller.
noviembre 22/2012 (Diario Médico)