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El tratamiento con adalimumab logra una baja actividad de la enfermedad, función física normal y ausencia de progresión radiológica en un año.
Los resultados de un análisis post hoc presentados en el congreso del Colegio Americano de Reumatología (ACR), que se celebra en Washington, han mostrado la utilidad de adalimumab en artritis reumatoide moderada a grave tanto temprana como crónica.
Los datos de los ensayos DE019, Optima y Premier han confirmado que adalimumab logra, de forma simultánea, una baja actividad de la enfermedad, una función física normal y la ausencia de progresión radiológica en un año.
En DE019, el 19 % de los 207 pacientes reclutados que recibían el fármaco junto a metotrexato lograron simultáneamente los tres objetivos en un año, frente al 5 % de la rama placebo-metotrexato. En este caso, los pacientes tenían una media de 11 años de enfermedad, con respuesta inadecuada a metotrexato.
En los pacientes tempranos de artritis reumatoide que participaron en el ensayo abierto Optima, que recibieron adalimumab y metotrexato tras respuesta inadecuada de 26 semanas de tratamiento de metotrexato en monoterapia, el 29 % de los 348 reclutados lograron simultáneamente los tres objetivos en un año. Esta tasa fue comparable a la observada en Premier (32 % ) con pacientes tempranos y sin exposición a metotrexato, que fueron tratados con adalimumab y metotrexato. En estos dos estudios, la media de enfermedad era de 0,4 y 0,7 años, respectivamente.
Para Jordi Gratacós, coordinador nacional del grupo Gresser, la reducción de la actividad de la enfermedad, la prevención del daño futuro de la articulación y la preservación de la función física «son claves por el carácter inflamatorio y destructivo de la patología».
«Se ha visto que el grado de inflamación y su mantenimiento, especialmente en los primeros años, es crucial para definir el daño estructural que aparecerá a posteriori, que es el que se asocia a la discapacidad y a la pérdida de función de estos individuos», ha añadido.
Como ha recordado, diversos estudios sugieren que el tratamiento precoz con fármacos que consigan controlar la actividad de la enfermedad es muy relevante «pero, en este tipo de enfermedad, la combinación de anti-TNF con un fármaco modificador de la enfermedad suele conseguir controlarla en un porcentaje mayor que el modificador solo. La idea es controlar, de la manera que sea, las primeras etapas de la enfermedad e inducir la práctica remisión o muy baja actividad para evitar las consecuencias que se generarán a posteriori en los pacientes».
noviembre 13/2012 (Diario Médico)