nov
10
En numeroso órganos del cuerpo humano, y también en los músculos, existe una reserva de células madre encargadas de «reparar» lesiones. Solucionado el problema, esas células vuelven a su estado durmiente. Sin embargo, un grupo de científicos británicos ha demostrado en ratones que esa reserva parece agotarse con la edad, lo que podría estar detrás del envejecimiento muscular.
Según han observado, durante el envejecimiento se producen fallos en este proceso que provocan que las células madre estén permanente activadas, «gastando» de forma innecesaria sus reservas durmientes. De esta manera, a medida que el músculo pierde esas reservas, iría perdiendo también capacidad de autorregenerarse.
El origen de dicho fallo en el proceso radicaría en la proteína FGF2, una sustancia esencial para «despertar» a las células madre del músculo cuando son necesarias en cualquier lesión. Al analizaron los tejidos de roedores ancianos, los autores observaron niveles muy elevados de FGF2 en las fibras musculares.
Para revertir el proceso de envejecimiento muscular, los investigadores probaron a «aquietar» las células madre administrándoles un inhibidor de FGF2, que frenó su activación anómala y permitió conservar intactos los nichos de células durmientes.
noviembre 6/2012 (Neurologia.com)
Joe V. Chakkalakal, Kieran M. Jones, M. Albert Basson, Andrew S. Brack.The aged niche disrupts muscle stem cell quiescence.Nature, (doi: 10.1038/nature11438) 18 Oct 2012