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Regular los receptores de la melatonina podría constituir una nueva vía farmacológica para tratar la depresión, según se ha expuesto en el Congreso Nacional de Psiquiatría.
Hasta ahora el foco de la depresión se encontraba “en una serie de escalas de depresión, que, esencialmente, se focalizaban en la mejoría de la depresión respecto a la tristeza, la ansiedad y el insomnio. En los últimos años nos estamos dando cuenta de que hay otros factores que son muy importantes, como la anhedonia, y la agomelatina va en este sentido”, según ha explicado Víctor Pérez Sola, director de unidad en el Hospital San Pablo, de Barcelona, y coordinador del área de Depresión del Cibersam, en el XVI Congreso Nacional de Psiquiatría, que se ha celebrado Bilbo.
En la citada reunión se ha analizado un fármaco, la agomelatina, “con un mecanismo de acción novedoso, que actúa sobre los receptores de la melatonina y tiene también un efecto sobre la dopamina y la noradrenalina”.
Los antidepresivos clásicos, “como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, que son los de primera elección y los que se prescriben a la mayoría de los enfermos, se caracterizan por permitir una mejor tolerancia al estrés; de este modo mejora la sintomatología depresiva”.
Este otro tipo de perfil de fármacos “cumplen esta función y, además, mejoran la capacidad del enfermo de depresión para disfrutar de las emociones positivas, algo que con los fármacos clásicos no quedaba tan claro”.
Cuadro clínico
De hecho, hasta casi la mitad de los enfermos tratados con los inhibidores, por el propio mecanismo de acción serotoninérgico que tienen, presentaban un “embotamiento emocional; es decir, viven las emociones con más distancia, pero no solo las negativas, sino también las positivas. Estos nuevos fármacos son capaces de mejorar la tolerancia a las negativas, pero también permiten al enfermo disfrutar con las emociones positivas”.
Esto se traduce en que “el enfermo vuelve a tener ganas de hacer actividades, poder disfrutar de las cosas, ser feliz y volver a ser funcionalmente como era antes de llegar a la depresión. Es algo que podemos llamar como salud mental positiva”, ha indicado Pérez Sola.
La agomelatina es un fármaco con un perfil de tolerancia bueno. Tiene pocos efectos indeseados y su perfil de mejora para vivir las emociones positivas ayuda bastante.
septiembre 30/2012 (Diario Médico)