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Una investigación realizada por la Universidad de Rhode Island sugiere que la duración de la gestación humana está limitada por el metabolismo de la madre, no por el tamaño del canal del parto, como se sostenía. El trabajo, publicado en PNAS, desafió la idea de que existe una compensación entre el momento en que se produce el parto y la adaptación de la pelvis al bipedismo.
Hasta ahora se creía que el tamaño del cerebro y la capacidad para caminar erguidos estaban en contradicción a la hora del parto. En otras palabras: el tamaño de la cabeza del bebé requeriría una mayor amplitud en el canal del parto, pero una pelvis más ancha podría comprometer la facultad de caminar erguidos. Es lo que se conoce como «dilema obstétrico.
Los científicos postulaban que la solución evolutiva a este dilema consistió en el acortamiento de la gestación para que el nacimiento de los bebés se produjera antes de que la cabeza fuera demasiado grande. Como resultado, los bebés humanos, al nacer, están poco desarrollados en términos del sistema motor y la capacidad cognitiva, en comparación con otros primates.
Ahora, el estudio realizado en Rhode Island refuta esta idea. Así, y según afirmó Holly Dunsworth, antropóloga en la Universidad de Rhode Island y coautora de la investigación, «no hay ninguna evidencia de que si las caderas de las mujeres fueran lo suficientemente anchas como para parir a un bebé más desarrollado, esto sería un perjuicio para caminar erguidas».
La coautora del trabajo, Anna Warrener, investigadora en la Universidad de Harvard, estudió cómo afecta la amplitud de las caderas a la locomoción y llegó a la conclusión de que no hay ninguna correlación entre ambas condiciones. Posteriormente, Dunsworth investigó la duración del embarazo humano en relación con el de otros primates y mamíferos y concluyó que «la gestación humana es un poco más larga en comparación, y no más corta, y los bebés son un poco más grandes, y no más pequeños».
Dunsworth se preguntó entonces si el metabolismo podría ofrecer una mejor explicación a las características del nacimiento humano. Así, a partir de los trabajos anteriores de Ellison sobre el embarazo y el parto humano,
los investigadores desarrollaron una nueva hipótesis sobre el nacimiento humano llamada EGG ( energética, gestación y crecimiento).
«Según la hipótesis EGG, los bebés nacen cuando nacen porque la madre no puede aportar más energía al crecimiento fetal», explicó Dunsworth, quien infiere que «la energía de la madre es la principal limitación evolutiva, y no sus caderas».
Utilizando los datos metabólicos en las mujeres embarazadas, los investigadores demostraron que las mujeres paren justo cuando están a punto de cruzar un umbral de peligro metabólico. «Hay un límite en el número de calorías que nuestro cuerpo puede quemar cada día», explicó Pontzer. Según el investigador, «durante el embarazo, las mujeres que se acercan a su límite energético, paren justo antes de llegar a él».
septiembre 6/2012 (JANO.es)
Holly M. Dunswortha, Anna G. Warrenerb, Terrence Deaconc, Peter T. Ellisonb, Herman Pontzerd. Metabolic hypothesis for human altriciality. PNAS, agosto 29/2012 . doi: 10.1073/pnas.1205282109 .