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Los científicos están intentando abrir nuevos frentes en la batalla contra las enfermedades de las encías, causa principal de la caída de dientes en adultos. Se ha presentado un nuevo tratamiento en la 244ª reunión y exposición nacional de la Sociedad Americana de Química.
«Nuestra tecnología utiliza cápsulas de liberación controlada rellenas de una proteína que se inyecta en los espacios entre las encías y los dientes», ha dicho Steven Little, miembro del Instituto McGowan de Medicina Regenerativa y principal responsable de la investigación. «Esa es la zona cero para la enfermedad periodontal, el lugar donde las bacterias actúan y se producen las inflamaciones. Las cápsulas se disuelven con el transcurso del tiempo liberando una proteína que actúa como señal de rastreo. De la misma manera, orienta a las células inmunes hacia el área enferma, reduciendo la inflamación, creando un entorno que vigila el proceso de la enfermedad e incluso podría crear las condiciones favorables y necesarias para que volviera a crecer el tejido de las encías».
Los investigadores, que trabajan con la Universidad de Pittsburgh, han demostrado en experimentos de laboratorio con ratones que la investigación permite la curación y la regeneración del tejido de las encías dañado por la enfermedad periodontal.
El tratamiento incluye la ampliación, el alisado radicular y otros procedimientos para eliminar la placa y las bacterias que se han acumulado en los huecos entre dientes y encías. Más adelante, los dentistas quizá combinen el proceso con antibióticos para luchar de foma más eficaz contra las bacterias provocadoras de la enfermedad pertinente en las encías.
El equipo de Little está inmerso en estudiar el proceso de inflamación. «Aunque la bacteria inicia la enfermedad, la inflamación es la que la conserva y la lleva a causar un daño progresivo» ha explicado Little. Para reducir la inflamación de las encías, Little y su equipo diseñaron las cápsulas inyectables de liberación controlada, contenidas por un material plástico, semejante a un polímero. Después de que las cápsulas hayan sido inyectadas, el polímero lentamente se rompe, liberando la proteína que permanece en el interior. La proteína, conocida como quimioquina, es producida por las células existentes en el cuerpo con el fin de convocar en sitios específicos glóbulos blancos especializados. Los científicos, intentaron mantener los linfocitos lejos de las encías con el fin de bloquear en primer lugar la inflamación.
«Hay que recordar que sin duda, un nivel real de inflamación natural se requiere para luchar contra la propia inflamación. La inflamación es inherentemente buena, pero cuando es demasiada, es mala. Esto es por lo que nuestro objetivo es restablecer el balance inmunológico u homeostasis», ha señalado Little.
El equipo de Little inyectó las cápsulas en ratones y descubrió cómo se reducían los síntomas de la enfermedad de forma notable y cómo las proteínas y otras sustancias facilitaban la regeneración del tejido de las encías. Little ha indicado que el tratamiento no sólo podría reequilibrar el sistema inmunológico, sino que también implicaría restablecer la pérdida de tejido óseo y de encía en la boca.
Las infecciones bacteriales son la principal causa de la enfermedad periodontal. Primero aparece un leve dolor y el sangrado de las encías. Después, llega la inflamación y si no se trata a tiempo, puede producirse el daño en las encías que hace que se pierda su fijación a los dientes. Puede progresar e incluso llegar a causar daños en el tejido óseo y otras enfermedades que afectan a la hora de salvaguardar la posición firme de los dientes.
Sorprendentemente, las enfermedades de las encías causan efectos deletéreos fuera de la boca, algunos estudios relacionan esta enfermedad con un incremento en los riesgos de padecer enfermedades de corazón, accidentes cerebrovasculares y partos prematuros en mujeres embarazadas.
agosto 20/2012 (Diario Médico)