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La eliminación de la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) de madres a hijos está «al alcance de la mano» y podría marcar un momento crucial en la epidemia de sida, aunque la prevención en los adolescentes sigue siendo problemática, según Craig McClure, director de la sección VIH/sida de UNICEF.
«Por primera vez estamos verdaderamente al comienzo del fin de la epidemia», declaró McClure en una entrevista otorgada a la AFP en París antes de la próxima conferencia internacional sobre el sida, prevista del 22 al 27 de julio en Washington.
Aunque se muestra reservado en otro tema -la prevención del VIH entre los adolescentes, difícil de imponer-, McClure basa su optimismo en la eliminación de la transmisión del VIH por la madre a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Gracias a los esfuerzos realizados en los últimos años, las nuevas infecciones madre/hijo disminuyeron en casi la mitad entre 2003 (600 000 infecciones) y 2010 (390 000).
El objetivo fijado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), es ambicioso, pero «realizable», según McClure: reducir en 90% el número de infecciones entre los recién nacidos para llevarlos a 40 000 en 2015 y disminuir a la mitad la mortalidad de las madres vinculada al sida durante el mismo periodo.
En los países ricos, donde casi todas las mujeres embarazadas han tenido acceso a la detección y al tratamiento, si son seropositivas, la transmisión del VIH madre/hijo ya casi no existe.
La inmensa mayoría de las nuevas infecciones madre/hijo (90%) se produce actualmente en 22 países, 21 de los cuales se encuentran en el África subsahariana y en India, explica este especialista, que preconiza diversas medidas para contener este fenómeno.
Entre las mismas cita la generalización de los tests de detección para las mujeres embarazadas, tratamientos más simples (una sola píldora diaria), una mejor atención de las mujeres por parte de los servicios locales de salud y nuevas técnicas de diagnóstico.
También propone generalizar los tratamientos antirretrovirales (ARV) para todas las mujeres seropositivas de esos 22 países, suprimiendo en ciertos casos la simple profilaxia, preconizada hasta ahora por la Organización Mundial de la Salud. Por el momento, los tratamientos son pagados en 50% gracias a una financiación internacional, con variantes según los países que pueden llegar al 100%.
En 2010, cerca de la mitad de los seropositivos registrados en el mundo recibían tratamientos ARV, o sea seis millones de personas, una cifra que pasará a 15 millones en 2015.
«Las cifras son alentadoras y el progreso continúa», opinó McClure, aunque reconoce también que los niños menores de 15 años no son tan bien atendidos por el momento, pues solo 25% de los niños seropositivos son tratados.
«El diagnóstico es más complicado, así como el tratamiento», sostuvo, expresando el deseo de una mayor investigación en ese sector.
«La educación sexual en las escuelas es a menudo dominada por debates moralistas, lo que no facilita las cosas», advirtió.
En muchos países se pide a los adolescentes que para ser sometidos a una detección obtengan la autorización de sus padres.
Los adolescentes más frecuentemente infectados por el VIH son en general los jóvenes homosexuales y los drogadictos, con una excepción para los países de África austral, donde más de 10% de las jovencitas de 11 a 16 años ya son seropositivas, una proporción muy superior a la de los muchachos de su edad.
julio 17/2012 (AFP)
Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»