Unos quince millones de bebés prematuros nacen cada año, más de uno de cada diez de todos los nacimientos en el mundo, lo que constituye un problema mayor de lo que se suponía, según el primer cálculo país por país de este problema.

Esto da como resultado una cifra alarmante de 1 100 000 niños muertos, e incluso quienes sobreviven pueden padecer discapacidad de por vida.

La mayoría de los prematuros nacen en Africa y Asia.

También es un problema en Estados Unidos, donde medio millón de bebés nacen antes de tiempo. Eso representa uno de cada ocho nacimientos en Estados Unidos, una tasa mayor que en Europa, Canadá, Australia o Japón, e incluso que las de varios países menos desarrollados, según halló el informe.

La mayor diferencia entre los países ricos y pobres es la supervivencia.

«Nacer demasiado pronto es un asesino oculto», comentó la Dra. Joy Lawn, de Save the Children, coautora del informe con March of Dimes, la Organización Mundial de la Salud y una coalición de expertos internacionales en la salud. «Y no está reconocido en los países donde se podría tener un gran efecto para reducir esas muertes».

Un cuidado intensivo avanzado y costoso salva a la mayoría de los bebés prematuros en Estados Unidos y otras naciones desarrolladas, aun los más diminutos. El riesgo de muerte por nacimiento prematuro es por lo menos doce veces mayor para un recién nacido africano que para un europeo, halló el informe.

A nivel mundial, el nacimiento prematuro no es solo la principal causa de la muerte en recién nacidos sino también la segunda causa de muerte en niños menores de cinco años.

«Estos hechos deberían ser un llamado a la acción», escribió el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en una introducción al informe.

Soluciones de bajo costo
Las muertes prematuras podrían reducirse un 75 %  a través de intervenciones económicas o sin costo, dijo Lawn.

Entre ellas: enseñar a las madres a llevar a sus recién nacidos al «estilo canguro», sobre el pecho, para mantenerlos a temperatura cálida.

Eso podría salvar a 450 000 prematuros por año; mientras que las inyecciones de corticosteroides a las madres con trabajo de parto prematuro, que ayudan al desarrollo pulmonar del feto, cuesta 1 dólar y podrían salvar a 370 000 bebés al año.

La solución final -mantener a cada bebé en el útero materno durante 40 semanas- es un desafío. Mejorar la salud materna tratando la hipertensión y las infecciones ayudaría, así como también cambiar las prácticas obstétricas para que el trabajo de parto no sea inducido antes sin motivos médicos.

«Aún no sabemos mucho sobre cómo prevenir el nacimiento prematuro», dijo Howson. «Necesitamos investigaciones vigorosas que apunten a sus causas», añadió.

Pero la supervivencia no es el único obstáculo. Nadie sabe cuántos prematuros padecen incapacitaciones como parálisis cerebral, ceguera o trastornos de aprendizaje.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios establecieron dos metas para el 2025: eliminar la mortalidad por nacimientos prematuros en países donde la tasa de parto prematuro está por debajo del 5 % , y reducir a la mitad la mortalidad donde se supera ese 5 %.
mayo 2/2012 (AP)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

mayo 4, 2012 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Estadística, Problemas de Salud | Etiquetas: , , |

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