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Las personas con valores bajos de colesterol HDL, también conocido como colesterol «bueno», tienen una mayor probabilidad de padecer síndrome coronario agudo (SCA). Así lo recoge un artículo publicado en la última edición de la Revista Española de Cardiología, REC (DOI: 10.1016/j.recesp.2011.07.022).
Este trabajo, llevado a cabo por el Departamento de Cardiología del Hospital Universitario San Juan de Alicante, se ha realizado con el objetivo de conocer la contribución relativa del perfil lipídico al riesgo de padecer síndrome coronario agudo y ha incluido a 959 pacientes que eran ingresados consecutivamente, de manera no programada, por dolor torácico con sospecha de origen coronario en un único departamento de cardiología.
El síndrome coronario agudo es un conjunto de manifestaciones de cardiopatía isquémica o insuficiencia coronaria, con empeoramiento clínico del paciente en horas o días. Comprende tres grupos de afecciones: angina de pecho inestable aguda, el infarto miocárdico agudo y la muerte cardiaca súbita. La forma más común de presentarse es el denominado dolor anginoso.
La dislipemia o alteración de los niveles normales de colesterol y triglicéridos es uno de los factores de riesgo más prevalentes en las personas que padecen cardiopatía isquémica, y por lo tanto de SCA, ya que afecta a entre el 30 y el 50 % de los pacientes.
“El resultado más importante de nuestro estudio ha sido demostrar cómo afectan los niveles de colesterol HDL a nuestro organismo en el pronóstico de síndrome coronario agudo. Así, hemos visto que los pacientes con SCA presentan concentraciones plasmáticas de colesterol HDL más bajas, que estos valores bajos se asocian de manera independiente a la presencia de SCA, y que es mayor la presencia de SCA cuanto menores son los valores plasmáticos de colesterol HDL”, destaca el Dr. Alberto Cordero, miembro de la SEC y cardiólogo del Hospital San Juan de Alicante. Concretamente, de los pacientes estudiados, el 69,4 % de los que tenían SCA presentaban concentraciones de colesterol bueno (HDL) inferiores a los 40 mg/dl, frente al 30,06 % de las personas que presentaban cifras superiores.
“El valor añadido de los resultados de nuestro análisis es que los valores bajos de colesterol HDL presentan una fuerte asociación con la presencia de cardiopatía isquémica, lo que puede tener importantes implicaciones para la estratificación de riesgo de los pacientes con dolor torácico, ya que los pacientes en que se descarta una isquemia miocárdica aguda, como en nuestro registro, tienen mucho mejor pronóstico”, afirma el Dr. Cordero.
El aumento de la probabilidad de padecer SCA se explica porque las cifras bajas de colesterol HDL se relacionan con una disfunción endotelial, un menor transporte inverso de colesterol, una mayor oxidación del “colesterol malo” y, por lo tanto, la inflamación de la pared vascular y pérdida del efecto protector del colesterol HDL.
“Hasta ahora, se realizaban tratamientos con estatinas para reducir las cifras del colesterol LDL o colesterol malo, cuya presencia elevada en el organismo también se relaciona con enfermedad cardiovascular. Se ha demostrado que la reducción del colesterol LDL no implica el aumento del colesterol HDL, por lo que es conveniente, además, dejar de fumar, controlar el sobrepeso y practicar ejercicio físico de forma regular para elevar las cifras de colesterol HDL”, recomienda el especialista.
abril 10/2012 (JANO.es)
Alberto Corderoa, José Moreno-Arribasa, Vicente Bertomeu-Gonzáleza, Pilar Agudoa, Beatriz Mirallesa, M. Dolores Masiáa, et. al. Las concentraciones bajas de colesterol unido a las lipoproteínas de alta densidad se asocian de manera independiente a enfermedad coronaria aguda en pacientes que ingresan por dolor torácico. Rev Esp Cardiol. 2012; 65 :319-25 – Vol.65 Núm 04.