El síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS) es una enfermedad frecuente que tiene una prevalencia de enfermos en nuestro país que va del tres al cinco por ciento. Por ello, la Sociedad Española del Sueño (SES) ha aprovechado el «Día Mundial del Sueño» para divulgar las consecuencias de dicha enfermedad bajo el lema «Respira bien, duerme mejor».

Diego García, presidente del SES, ha explicado que el auge de las unidades del sueño está ayudando a diagnosticar la enfermedad «que solo aparece durante el sueño».

Araceli Abad, portavoz de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), ha  alertado de que la prevalencia del SAHS en hombres estaría entre un cuatro y un seis por ciento, mientras que en mujeres estaría entre el dos y el cuatro por ciento, lo que supone que 7000 españoles estarían en riesgo de sufrir la dolencia. Los datos empeoran ya que las posibilidades de padecer el SAHS en mayores de 65 años aumentan hasta el 20 %. Abad ha afirmado que «una cuenta pendiente del sistema sanitario es la de poder diagnosticar a más gente».

Por otra parte, Monserrat Pujol, de la Sociedad Española de Neurología (SEN), ha incidido en las consecuencias del SAHS en relación con los accidentes vasculares cerebrales (ACV), ya que se trata de una enfermedad relacionada con otras enfermedades como el ictus, la embolia o el infarto cerebral. Según indican datos como que el 50 % de los pacientes con SAHS moderado tienen mayores posibilidades de sufrir un ACV, demencia o una enfermedad cardiovascular.

Ambas han explicado las consecuencias positivas del tratamiento del SAHS, mediante dispositivos de CPAP que ejercen presión positiva continua en la vía aérea, puesto que evitan el ronquido del paciente, las paradas respiratorias y las caídas de oxígeno entre otros síntomas. Según Pujol, el tratamiento funciona ya que hay datos que lo corroboran como que el CPAP reduce el riesgo de infarto hasta el 6,7 %, mientras que los pacientes sin tratamiento tienen un riesgo del 36 %. Además puede reducir la posibilidad de sufrir un ictus en un 28 %, de tener un accidente cardiovascular un 22 % y la muerte en un 20 %.

En niños el SAHS se trata de forma distinta, María Luz Alonso, de Separ, afirma que «la obesidad influye en el desarrollo del SAHS. Ambas enfermedades son de carácter inflamatorio, con lo cual, se potencian», además aumentan el estrés oxidativo, el riesgo cardiovascular y pueden afectar al aspecto neurocognitivo provocando, por ejemplo, falta de atención. Al contrario que en adultos, en el tratamiento infantil se indica una operación quirúrgica para estirpar las vegetaciones y las anginas de los pacientes, y facilitar la respiración. Si el problema es detectado durante la infancia, «la tasa de éxito del tratamiento quirúrgico oscila entre un 70 y un 80 %», afirma.
marzo 16/2012  (Diario Médico)

marzo 17, 2012 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Neurología | Etiquetas: , , |

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