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Un estudio basado en 14 redes de investigación de atención primaria (AP) situadas en 13 países europeos, presentado en Barcelona por Christopher Butler, de la Universidad de Cardiff, revela la problemática sobreprescripción de antibióticos para tratar enfermedades respiratorias en Europa.
Christopher Butler, decano de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff (Gales), ha presentado un estudio en las 24 horas Neumológicas de Sitges, en Barcelona, en el que se evidencia la problemática sobreprescripción de antibióticos para el tratamiento de enfermedades respiratorias en Europa, con grandes diferencias entre países en los porcentajes de uso.
Los datos del estudio están basados en 14 redes de investigación de AP situadas en 13 países europeos, con 3400 pacientes. El principal hallazgo es que mientras que en algunos lugares aproximadamente el 20 % de los pacientes recibían antibióticos para tratar enfermedades respiratorias agudas, en otros el porcentaje aumentaba al 80 %.
«Es una variación radical y la explicación a este hecho es interesante: hemos entrevistado tanto a los pacientes como a los médicos de AP. Es difícil resumirlo, pero se basa en las creencias culturales sobre el uso de los antibióticos y las experiencias previas en su uso. También las compañías farmacéuticas están promoviendo su uso en algunos lugares mientras que en otros sitios es más sencillo conseguirlos», ha enumerado Butler, que también dirige el Instituto de Atención Primaria y Salud Pública en la Universidad de Cardiff.
En su opinión, numerosos factores entran en juego, como aspectos culturales, creencias y percepciones de los pacientes, además de factores médicos como la gravedad de la enfermedad o comorbilidades, como enfermedad pulmonar, cardiaca o diabetes mellitus. «Las diferencias pueden explicarse porque la práctica médica no se basa en muchas ocasiones en la evidencia científica; se prefiere guiarse por la tradición», ha lamentado.
Los datos españoles -procedentes de 300 pacientes de Mataró y Barcelona- muestran unos niveles muy bajos de prescripción de antibióticos, un dato que Butler ha reconocido que le ha sorprendido es que se le atribuye a «España tasas muy altas de prescripción y se vio que muchos de los pacientes no reciben antibióticos, que es lo contrario a lo que se esperaba».
Uno de los aspectos en los que más ha incidido es el aumento del nivel de resistencia a los antibióticos cada año, lo que tiene un efecto en la comunidad, con menos niveles de resistencia. «A su vez, este hecho afecta a los hospitales. Vemos ahora que aumentan las resistencias a la infección, con infecciones muy difíciles de tratar. Además, para algunas de ellas apenas hay antibióticos para combatirlas y, en países como Japón, ya hay alguna en la que se ha agotado el arsenal terapéutico. Cuidar los antibióticos que tenemos en la actualidad es una prioridad muy importante», ha alertado.
Butler dirige la red Grace, acrónimo en inglés de Genómica para combatir la Resistencia contra Antibióticos en infección respiratoria de vía baja adquirida en la Comunidad en Europa. Uno de sus trabajos más destacados es un ensayo clínico aleatorizado que estudia el efecto de los antibióticos frente a placebo para tos aguda.
Otra área de estudio son las intervenciones para mejorar la prescripción de los médicos. «En este sentido, hace un par de semanas publiqué los datos de un ensayo clínico en British Medical Journal sobre prescripción de antibióticos en atención primaria. Y estoy empezando a investigar cuál es la mejor manera de diagnosticar la infección en niños y en mujeres. En resumen, queremos que la gente respete a los antibióticos y que los utilicen solo cuando les beneficien. El problema es que se usan cuando no se debe», concluye.
marzo 14/2012 (Diario Médico)