feb
16
Vivir en una ciudad muy poblada o cerca de una autovía con mucho tránsito, donde la calidad del aire es mala, podría generar mayor posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) o pérdida de memoria, según indican dos estudios estadounidenses.
Ambos reportes fueron publicados en Archives of Internal Medicine (doi:10.1001/archinternmed.2011.732).
Uno de los estudios revela mayor riesgo de ACV entre los resultados el equipo de Wellenius revisó los registros médicos de unos 1700 pacientes que ingresaron en el Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston con un ACV entre 1999 y el 2008.
A partir de datos de una estación local de control de la contaminación, el equipo halló que el riesgo de tener un ACV era un 34 % mayor en las 24 horas posteriores a lecturas «moderadas» de polución según la EPA, comparado con los denominados días «buenos».
Ese aumento del riesgo era mayor dentro de las 12 a 14 horas de exposición a la contaminación, y se vinculó con el dióxido de nitrógeno, un contaminante relacionado con el tránsito.
Wellenius dijo que los vasos sanguíneos se dilatan y contraen como respuesta al ambiente exterior, en un intento por mantener la presión arterial constante. Pero la polución del aire afectaría la capacidad del cuerpo de regular la presión, lo que podría generar un ACV en personas ya en riesgo, agregó.
Ese mismo efecto podría explicar por qué, luego de un período más largo de tiempo, estar expuesto a la contaminación del aire podría estar asociado con un deterioro en el pensamiento y la memoria.
«El flujo de sangre al cerebro es increíblemente importante para la función cognitiva. Habría efectos (…) sobre el flujo sanguíneo al cerebro que aún desconocemos que podrían afectar la función cognitiva», indicó el experto.
En el otro estudio, expertos dirigidos por Jennifer Weuve del Centro Médico de la Rush University en Chicago analizaron una serie de test cognitivos realizados a unas 20 000 mujeres, la mayoría de entre 70 y 80 años, y también estimaron la contaminación del aire alrededor de sus casas mediante el sistema de monitoreo de la EPA.
Los investigadores hallaron que una mayor polución ambiental estaba relacionada con tasas más aceleradas de deterioro cognitivo.
Para dos tamaños distintos de partículas de contaminación, la diferencia en la capacidad de pensamiento y memoria entre las mujeres con algunas de las exposiciones mayores y menores eran similares a uno o dos años de deterioro relacionado con la edad, informó el equipo.
Ese probablemente es un cambio mental que no notaría una persona individualmente, dijo Weuve . Pero a escala poblacional, un aire más limpio implicaría menos personas en Estados Unidos diagnosticadas con demencia.
Jiu-Chiuan Chen, experto en salud ambiental de la Escuela de Medicina Keck de la University of Southern California en Los Angeles, que no participó en ninguno de los estudios agregó que los resultados sobre la función cognitiva no deberían preocupar a las mujeres pero sí generar más estudios sobre los efectos de la contaminación ambiental en el pensamiento y la memoria.
Febrero 14/2012 (Reuters) –
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
Gregory A. Wellenius, Mary R. Burger, Brent A. Coull, Joel Schwartz, Helen H. Suh, Petros Koutrakis.Ambient Air Pollution and the Risk of Acute Ischemic Stroke.Arch Intern Med. 2012;172(3):229-234.
Jennifer Weuve, Robin C. Puett, Joel Schwartz, Jeff D. Yanosky, Francine Laden, Francine Grodstein.Exposure to Particulate Air Pollution and Cognitive Decline in Older Women.Arch Intern Med, (doi:10.1001/archinternmed.2011.683) 13 Feb 2012; 172: 219 – 227.