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Los recién nacidos que crecen más rápido durante los primeros tres meses de vida tienen más probabilidades de desarrollar asma bronquial, según un estudio del Erasmus Medical Center de Rotterdam, en Holanda, publicado en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine (doi:10.1164/rccm.201107-1266OC).
Los orígenes del asma todavía no se conocen con exactitud, pero muchos investigadores creen que puede haber alguna relación con la forma de como el feto se desarrolla durante el embarazo.
Los autores del estudio observaron en 5125 casos que los bebés que aumentaban de peso rápidamente presentaban una probabilidad un 44% mayor de silbidos al respirar, una probabilidad un 22% mayor de disnea (falta de aire) y un 30% más de riesgo de flemas persistentes, en comparación con aquellos cuyo crecimiento siguió un patrón normal en los primeros meses de vida.
La doctora Liesbeth Dujits, una de las autoras del estudio, manifestó que la primera infancia podría ser un «período crítico» para el desarrollo de asma. «Sabemos que el bajo peso al nacer está asociado con un incremento en el riesgo de presentar síntomas de asma, pero los efectos de los patrones específicos del crecimiento del feto y el recién nacido aún no han sido examinados», admite esta experta.
enero 24/2012 (Jano. es)
Agnes M. M. Sonnenschein-van der Voort, Vincent W. V. Jaddoe, Hein Raat, Henriëtte A Moll, Albert Hofman, Liesbeth Duijts, et. al. Fetal and Infant Growth and Asthma Symptoms in Preschool Children. The Generation R Study. Am. J. Respir. Crit. Care Med. rccm.201107-1266OC; publicado enero 20/ 2012.