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El esperma de los padres obesos es portador de una señal molecular que transfiere en herencia a su prole la propensión al sobrepeso, descubrieron científicos del Centro de Investigación sobre Salud Reproductiva de la Universidad de Adelaida (Australia), que examinaron la expresión del micro-ARN en el esperma.
Los investigadores indicaron, además, que el efecto de obesidad en la prole es más marcado en las mujeres que en los varones.
«Es la primera prueba de que la dieta de un padre puede incidir en el epigenoma del esperma, según un mecanismo no genético que transmite mutaciones a la generación sucesiva», explicó la investigadora Maria Ohisson Teague en su presentación ante el Congreso Mundial sobre Reproducción Humana de Melbourne.
«No comprendemos todavía cómo se produce esto y estamos particularmente interesados en por qué tendría mayor impacto en la progenie femenina», agregó.
El estudio examinó dos muestras de ratones: uno alimentado con una dieta de alto contenido en grasas y otro con una dieta sana, efectuando luego estudios del perfil del micro-ARN del esperma de ambos grupos.
«En el grupo alimentado con dieta grasa, observamos que la obesidad masculina altera el perfil del micro-ARN del esperma, causando tanto una mala calidad de los embriones como obesidad en la prole», refirió la científica.
La transferencia del factor de obesidad es un proceso biológico y no genético, el padre que pierde peso y vuelve a estar en forma tiene menos probabilidades de transmitir a sus hijos la tendencia al sobrepeso, dijo Ohisson Teague.
La próxima fase del proyecto prevé una experimentación humana, con el estudio de las señales dietéticas paternas que se llevan en el esperma, y su impacto en la generación sucesiva.
Varios tipos de ARN regulan la expresión genética de un organismo, e incluso existen ciertos virus cuyo único material genético está compuesto de ARN.
diciembre 5/2011 (ANSA)
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