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En España alrededor de 250 000 personas padecen artritis reumatoide, de los que aproximadamente el 60% presenta sinovitis crónica, una inflamación de la membrana sinovial que, en los casos más avanzados, puede reducir la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes.
Según recordó el doctor Juan Cañete, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona, en los pacientes con artritis que padecen sinovitis la membrana sinovial inflamada aumenta y «puede invadir el hueso y producir erosiones óseas o líquido sinovial que contiene células inflamatorias y enzimas que destruyen el colágeno».
Frenar su desarrollo para minimizar la destrucción de la articulación es fundamental, para lo que existe un amplio arsenal de fármacos entre los que se encuentran también los biológicos, que han permitido que un porcentaje significativo de pacientes mejoren.
El profesor Mark H. Ginsberg, de la Universidad de California (Estados Unidos), expuso los últimos conocimientos sobre la regulación de la función de las integrinas, unas moléculas de adhesión que juegan un papel muy importante en la formación embrionaria de tejidos, en la coagulación o en la acumulación de leucocitos en el foco inflamatorio.
Otros asuntos estudiados durante el encuentro fueron los aspectos biológicos que caracterizan a las células madre mesenquimales y su potencial utilización en el manejo de enfermedades inflamatorias de origen autoinmune; la utilidad de la IL-17 como diana terapéutica en la artritis reumatoide o los nuevos conceptos sobre autoinmunidad que abren nuevas oportunidades para la modulación del sistema inmune con objetivos terapéuticos.
noviembre 29/2011 (Jano.es)