Las personas que tomaron sopa en lata  durante cinco días consecutivos vieron incrementado en un 1200% el nivel de  bisfenol A (BPA) en su orina, comparado con aquellos que comieron sopa fresca,  informaron investigadores estadounidenses .

El estudio aleatorio, descrito como uno «de los primeros en cuantificar los  niveles de BPA en humanos luego de la ingestión de comida en lata», fue llevado  a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard y aparece publicado en  el Journal of the American Medical Association (doi:10.1001/jama.2011.1721).

«Hemos sabido por un tiempo que tomar bebidas que han estado almacenadas en  ciertos tipos de plásticos duros pueden incrementar el nivel de BPA en el  cuerpo», dijo el autor principal, Jenny Carwile, un estudiante de doctorado del  departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

«Este estudio sugiere que las comidas enlatadas pueden ser causa incluso de  mayor preocupación, especialmente dado su extensivo uso».

La sustancia química BPA es un disruptor endocrino que, según se ha  demostrado, puede interferir con el desarrollo reproductivo en animales cuando  los niveles son iguales o superiores a 50 microgramos por kilógramo de peso,  aunque aún no se sabe con certeza si los mismos efectos se producen en humanos,  según la Agencia de Protección Medioambiental (EPA por sus siglas en inglés).

Este estudio no midió el BPA por microgramos por kilo de masa corporal,  sino por microgramos por litros de orina, así que no se puede establecer una  comparación directa sobre el nivel peligroso en animales.

Sin embargo estudios anteriores han vinculado el BPA en niveles más bajos a  enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad en humanos, dijo Carwile .

El BPA se encuentra en comidas enlatadas, recibos de cajas registradoras,  hilo dental, algunos plásticos y en botellas de policarbonato marcadas con el  número 7.

Un total de 75 personas participaron en el estudio y, luego de comer sopa  enlatada durante cinco días consecutivos, sus niveles de BPA eran un 1221%  mayor que los que tomaron sopa fresca.

El BPA es normalmente eliminado en la orina y los picos en la misma se  consideran temporales. Los científicos no investigaron cuánto tiempo permanecía  en el cuerpo, afirmando que se necesitan más estudios para examinar esta  cuestión.

El departamento de salud y la agencia de medioambiente estadounidenses  están considerando si «es necesario tomar acciones para tratar la cuestión de  los riesgos de salud relacionados con los usos no relacionados con el embalaje  de comida», según declaró la EPA.
Noviembre 22/2011  WASHINGTON, (AFP) –

Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Jenny L. Carwile,Xiaoyun Ye,Xiaoliu Zhou,Antonia M. Calafat,Karin B. Michels.Canned Soup Consumption and Urinary Bisphenol A: A Randomized Crossover Trial. Publicado en Journal of the American Medical Association. Noviembre 23/ 2011;306(20):2218-2220.

noviembre 24, 2011 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Investigaciones | Etiquetas: , , , |

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