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Los pacientes con enfermedad en estadio terminal que están satisfechos con su vida afrontan mejor la muerte, según una investigación de la Universidad de Granada de la que la Revista Medicina Paliativa ha publicado un avance, según informa el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
El trabajo, que analizó a 60 pacientes con enfermedad crónica avanzada o terminal entre distintas unidades y hospitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), concluye que los pacientes con enfermedad terminal que se sienten satisfechos con su vida muestran un procesamiento emocional diferente de la población general, caracterizado por un gran control ante todo tipo de estímulos.
Se trata del primer estudio realizado que emplea el International Affective Picture System (IAPS) y el Self Assessment Manikin (SAM) para caracterizar el estado emocional de una población de enfermos terminales. Estos instrumentos se han empleado de manera experimental en la descripción del proceso emocional de otras poblaciones clínicas como, por ejemplo, drogodependientes o enfermos psiquiátricos, por lo que los resultados de este trabajo son pioneros en ese sentido.
El análisis de los datos obtenidos indica que los asuntos pendientes no resueltos, sentirse una carga para los demás y la incertidumbre ante el futuro son las principales fuentes de sufrimiento que ponen de relieve los pacientes de la muestra en el proceso de fin de la vida.
Asimismo, la investigación muestra que los pacientes con enfermedad en estadio terminal se sentían más activados que la población de referencia cuando se les mostraron imágenes potencialmente neutras y desagradables y también mostraron mayores niveles de control emocional ante todo tipo de imágenes, especialmente en las imágenes neutras y agradables.
Los autores de esta investigación consideran que \»se deben diseñar intervenciones con estos pacientes que potencien la capacidad de disfrutar de las experiencias emocionales cotidianas de naturaleza positiva\». Asimismo, aseguran que \»el mayor control emocional mostrado por los pacientes nos puede ayudar a entender que, tal vez, no es un ser tan desvalido emocionalmente como se piensa y se debe, por tanto, fomentar una información honesta\».
Los investigadores explican que \»los resultados de este trabajo abren nuevas líneas de intervención con pacientes terminales, basadas en la recuperación de la sensibilidad de estos enfermos ante los estímulos cotidianos de naturaleza agradable\». Además, \»demuestran que los pacientes terminales no oncológicos presentan una mejor adaptación emocional frente a los oncológicos, que tienden a presentar mayores niveles de alteración por encima y por debajo de la media de la población normativa\».
Agosto 1/2011 (JANO)