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El encuentro sexual y el orgasmo son momentos de mucho placer pero en algunas personas desencadenan tristeza y melancolía. Este problema, llamado disforia postcoital, es más común de lo que se pensaba porque afecta a una de cada tres mujeres.
A dichas conclusiones llegó un estudio de la Universidad de Queensland (Australia). \»En circunstancias normales, la fase de resolución de la actividad sexual o el período posterior al sexo genera una sensación de bienestar y una relajación psicológica y física. Sin embargo, los individuos con disforia postcoital se sienten melancólicos, tienen ganas de llorar, están ansiosos, irritables o inquietos\», dijo Robert Schweitzer, uno de los autores.
Sus conclusiones fueron publicadas en la International Journal of Sexual Health.
Los autores trabajaron con 200 mujeres jóvenes y analizaron sus hábitos sexuales y sensaciones al respecto. Notaron que una de cada tres voluntarias había experimentado una disforia postcoital en algún momento. \»El 32,9% de las mujeres dijo que había tenido algún síntoma de disforia postcoital al menos una vez en su vida. Pero lo más sorprendente fue que 10% reconoció que experimentaba los síntomas algunas veces o la mayoría de las veces\», dijo Schweitzer.
\»Generalmente se piensa que las mujeres que sufrieron un abuso sexual asocian los encuentros sexuales posteriores al trauma del abuso y desarrollan sensaciones de vergüenza, culpa, castigo y pérdida. En nuestra investigación, el estrés psicológico solo se asoció modestamente a la disforia postcoital\», explicó.
El experto señaló que, por lo tanto, esta enfermedad estaría asociada a factores como la predisposición biológica.
julio 20/2011 (Diario Salud)
Nota: La revista no está disponible para el dominio *sld. cu. Le ofrecemos el resumen del artículo.
Brian S. Bird, Robert D. Schweitzer & Donald S. Strassberg. The Prevalence and Correlates of Postcoital Dysphoria in Women. International Journal of Sexual Health, volumen 23(1), febrero 2011, pages 14-25.
Resumen: This study examined the lifetime and 4-week prevalence of postcoital dysphoria (PCD) and its relationship with psychological distress and reports of past sexual abuse. Among 222 female university students, 32.9% reported having ever experienced PCD whereas 10% reported experiencing PCD in the previous 4 weeks. Multiple regression analyses revealed support for the hypothesis that lifetime and 4-week prevalence of PCD would be positively correlated with psychological distress. Lifetime prevalence of PCD, but not 4-week prevalence, was also correlated with reports of childhood sexual abuse. These factors explained only minimal variance in PCD prevalence, prompting further research into this significantly underinvestigated sexual difficulty.