jun
8
Las transferencias nerviosas, en combinación con trasplantes musculares, superan a técnicas clásicas como transposiciones del hipogloso o del nervio temporal para rehabilitar la parálisis facial, según los resultados de las intervenciones de microcirugía del nervio periférico que se practican en la Clínica Universidad de Navarra (CUN), donde se ha visto que los hombres tienen más dificultad para recuperar la sonrisa que las mujeres.
El uso racional de las transferencias nerviosas en parálisis facial arroja resultados dinámicos más que aceptables en el siglo XXI, según Bernardo Hontanilla, jefe del Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética de la CUN. Lograr que un paciente suba las cejas, levante los párpados o pueda sonreír es la tarea que empeña al equipo multidisciplinar de cirujanos plásticos, otorrinos, neurocirujanos, neurofisiólogos y fisioterapeutas de la CUN, que aplican técnicas microquirúrgicas dinámicas de transferencia nerviosa y trasplantes musculares que pueden hacerse en uno o dos tiempos.
La parálisis facial afecta a nueve pacientes nuevos cada año por 100.00 habitantes y puede derivarse de patologías muy variadas: autoinmunes, congénitas, tumorales, iatrogénicas o por ingesta de fármacos, entre otras. Algunos factores a tener en cuenta para elegir la técnica quirúrgica adecuada antes de proceder a la reparación facial son la causa de la parálisis, el tiempo de evolución y la edad del paciente. \»Lo ideal es la reparación directa del nervio facial en el caso de que esté lesionado, actuando sobre cualquiera de sus ramas\», ha señalado Hontanilla .
Durante el XLVI Congreso de la Secpre, celebrado en Murcia, Hontanilla ha subrayado que la causa de la inmovilidad no varía el resultado de la intervención, mientras que sí influye el tiempo de evolución desde la instalación de la parálisis facial, que es el principal axioma para seleccionar la técnica quirúrgica adecuada. En los casos de menos de dos años de evolución, hasta cuatro años en mujeres, se utilizan transferencias nerviosas microquirúrgicas, y cuando han pasado más de dos años en varones, o cuatro en mujeres, la técnica de elección son las transferencias microquirúrgicas vasculares mediante trasplante de músculo sumado a la transferencia nerviosa.
Los resultados diferentes según el sexo del paciente con parálisis facial son un nuevo hallazgo que próximamente se publicará en Plastic & Reconstructive Surgery. Un sistema de captación diseñado en la CUN les ha permitido ver que se producen diferencias al disociar movimientos cuando se usan distintas transferencias del nervio facial. \»Si le pedimos a las mujeres que sonrían, lo hacen, y si aparece una situación chistosa, también; pero en el varón no es posible la sonrisa inconsciente emocional, sólo sonreirá de forma voluntaria y consciente cuando se lo pedimos en la consulta\». Esto significa que las mujeres logran sonreír de forma consciente e inconsciente. Cuando utilizan un nervio distinto del facial, el natural al provocarse la sonrisa, conseguirán sonreír de forma espontánea y disociando el movimiento.
junio 6/2011 (Diario Médico)