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El cáncer es un factor de riesgo de primer orden de la enfermedad tromboembólica venosa (ETV). De hecho, aproximadamente el 25% de los pacientes del Registro Informatizado de Pacientes con Enfermedad Tromboembólica (RIETE) padecen cáncer, según ha indicado el Dr. Ferrán García-Bragado, coordinador del Grupo de Tromboembolismo de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Estos pacientes, según explicó, tienen mayor morbimortalidad y su manejo a largo plazo es diferente, ya que el tratamiento se hace con heparinas de bajo peso molecular y durante periodos de tiempo mas prolongados, “de ahí el interés y la importancia de actualizar los conocimientos sobre el abordaje de estos pacientes”.
“El estudio RIETE ha supuesto profundizar en el conocimiento de la ETV, generando nuevos conocimientos en cuanto a la epidemiología, diagnóstico, tratamiento y pronóstico de la enfermedad y su traslación a la práctica clínica diaria. Estos nuevos conocimientos quedan claramente reflejados en las más de 50 publicaciones en revistas médicas indexadas”, ha subrayado el Dr. García-Bragado.
Este es uno de los temas que se han abordado en el VII Forum Multidisciplinar de la Enfermedad Tromboembólica, organizado por el Grupo de Enfermedad Tromboembólica de la SEMI, con el auspicio de la Fundación para el Estudio de la Enfermedad Tromboembólica en España (FUENTE), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el Capítulo Español de Flebología (CEF) y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), que se ha celebrado recientemente en Sevilla.
En el encuentro se analizaron, desde una perspectiva integral y multidisciplinar, todos los aspectos relacionados con la detección, prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Además, se celebró el X Aniversario del RIETE, base de datos interactiva que dispone de más de 35 500 pacientes válidos -con seguimiento mínimo de tres meses- de España, Italia, República Checa, Israel, Egipto, Brasil, Argentina y otros países, y que está dirigido a mejorar el tratamiento de estos pacientes.
En el manejo de los pacientes con ETV la tendencia es desplazar el tratamiento desde el hospital al domicilio. “Ello es posible por dos factores -apuntó este especialista-. Uno es que disponemos de fármacos anticoagulantes fáciles de administrar por el propio paciente y con una acción anticoagulante predecible sin necesidad de controles; además, en un futuro muy próximo, dispondremos de nuevos fármacos anticoagulantes de administración oral con un inicio de acción tan rápida como las heparinas de bajo peso molecular y sin necesidad de controles”.
“El segundo factor es que disponemos de escalas de predicción de riesgo validadas que nos permiten identificar a aquellos pacientes con muy bajas probabilidades de padecer una complicación durante los primeros días de tratamiento y por tanto tributarios de recibir tratamiento en su domicilio”, apuntó.
La ETV constituye la tercera causa de muerte vascular en España tras el infarto de miocardio y los ictus, al igual que ocurre en todos los países occidentales. La situación de infradiagnóstico en la que todavía se encuentra la ETV hace que, a pesar de ser una enfermedad tratable, presente unas elevadas cifras de mortalidad. De hecho, solo una de cada tres muertes por embolia pulmonar se diagnostica antes del fallecimiento del paciente.
mayo 17/2011 (JANO)