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Los \»héroes de Fukushima\» que siguen lidiando más de quince días después con la radiactividad que se escapa de la central nuclear japonesa, disponen de pocas opciones en caso de que resulten gravemente contaminados, como ya ha ocurrido con algunos de ellos.
Gracias a investigaciones que se están llevando a cabo en Estados Unidos desde hace algunos años, tal vez, los héroes de la próxima catástrofe nuclear tengan más suerte.
En un comentario publicado recientemente en la revista Nature Medicine hace algunos años que varias compañías biotecnológicas estadounidenses investigan varios compuestos experimentales para paliar los síntomas del llamado síndrome agudo por irradiación.
Este síndrome, que se produce por una fuerte exposición de los tejidos a dosis elevadas de radiactividad, es el que afectó a unos 134 trabajadores de la central de Chernóbil, que intervinieron en un primer momento en el accidente nuclear ucraniano en 1986 (y que representan un tercio de todos los casos mundiales registrados de esta enfermedad).
Náuseas, diarrea y vómitos que comienzan en los minutos posteriores a la irradiación, seguidos por cansancio, pérdida de apetito, fatiga, caída del cabello, quemaduras en la piel y, en los peores casos, convulsiones o incluso la muerte. Estos son, a grandes rasgos, las características de este síndrome, como recogen en su página web los Centros para el Control de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
El problema, como recuerda Nature es que las opciones de tratamientos disponibles para estos pacientes son muy limitadas en la actualidad. Una situación que podría cambiar si fructificasen ensayos en marcha con compuestos como CBLC502, de Cleveland BioLabs, con sede en Nueva York.
La publicación cita \»resultados aún no publicados con roedores y monos\» para hablar de la eficacia de este compuesto capaz de activar un mecanismo de supervivencia celular para contrarrestar los efectos radiactivos sobre las células en las 48 horas posteriores a la exposición.
Otra vía de acción diferente es la que emplea CLT-008 (de Cellerant Therapeutics), que en lugar de tratar de reparar las células dañadas por los rayos ionizantes, pretende reemplazarlas mediante un sistema basado en células progenitoras hematopoyéticas.
A pesar de que los datos preliminares indican que son efectivos, Willyard recuerda que su empleo debe ser lo suficientemente sencillo como para que puedan estar disponibles en los puntos estratégicos para su administración inmediatamente después de la catástrofe. Y recuerda que su uso no sería válido solo en el caso de accidentes nucleares, sino también en un hipotético ataque terrorista.
Madrid, marzo 30/2011 (Intramed)
Para los lectores del dominio *sld.cu, tiene acceso al texto completo de este artículo a través de Hinari. Nuclear leak reinforces need for drugs to combat radiation. Publicado en sección de Noticias de la publicación.
Sitios Relacionados :
Acute Radiation Syndrome: A Fact Sheet for Physicians, CDC