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Un estudio realizado en primates publicado en Science (DOI: 10.1126/science.1199967) mostró que las señales de retroalimentación proactiva fluyen a través de las capas corticales del cerebro cuando se forma un recuerdo visual y retornan cuando la memoria es rescatada más tarde. Esta es la conclusión a la que han llegado los autores del estudio, un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tokio, en Japón, coordinado por Daigo Takeuchi, del Departamento de Fisiología.Los recuerdos visuales a largo plazo son almacenados en la corteza inferotemporal de los primates. Mientras que estudios previos han analizado este proceso en términos de neuronas individuales, la dinámica de la red de trabajo más amplia aun no se comprende bien.
Para investigar la interacción funcional entre las diferentes capas de la corteza inferotemporal, Takeuchi monitorizó -mediante electrodos multicontacto- la actividad eléctrica en esta región del cerebro de los monos mientras realizaban una tarea de memoria consistente en asociación de pares.
La corteza tiene múltiples capas horizontales, cada una con una reunión diferente de tipos de células neuronales y conexiones a otras regiones. Según han observado los investigadores, durante la fase de entrada, las señales siguieron la vía de señalización clásica, fluyendo desde las capas granulares a las supragranulares y después a las infragranulares.
Sin embargo, a lo largo del periodo subsiguiente, cuando las redes de trabajo tenían que mantener o recuperar el estímulo, la señal fluyó revertida, con neuronas infragranulares añadiendo antes neuronas supragranulares.
Marzo 18, 2011 Diario Médico