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Es poco probable que fertilizar los océanos para aumentar el crecimiento de pequeñas plantas que absorben gases invernadero sirva como forma de frenar el cambio climático, mostró un estudio respaldado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).Tales regímenes de \»geoingeniería\» serían difíciles de monitorear y es probable que almacenen solo pequeñas cantidades de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, de acuerdo a un reporte de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI)
\»Los esquemas de geoingeniería que implican la fertilización oceánica para afectar al clima tienen una baja posibilidad de tener éxito\», de acuerdo al estudio de la Comisión, que es parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La revisión, de científicos de siete países, destaca que 13 experimentos en los últimos años mostraron poco optimismo de que el polvo de hierro u otros nutrientes puedan estimular el crecimiento de plantas marinas microscópicas y absorber en forma permanente dióxido de carbono de la atmósfera.
Veinte años atrás, los científicos habían calculado en forma optimista que una tonelada de hierro podría hacer que los mares absorbieran 100 000 toneladas de dióxido de carbono. Pero un estudio reciente sugirió que una tonelada de hierro solo absorbería 5000 toneladas del gas.
Firmas que incluyen a Climos, Atmocean Inc. y Ocean Nourishment Corp. han evaluado tecnologías de fertilización como forma de contrarrestar emisiones de gases invernadero de fábricas, plantas de energía y autos.
Pero el estudio mostró que parte del carbono absorbido, simplemente regresa a la atmósfera. Solo de 1 al 15% cae como lo que científicos llaman \»nieve marina\» -plantas muertas, animales o sus heces- para depositarse en el fondo del océano. \»Tal vez pueda hacer una pequeña contribución\» al depositar emisiones industriales de dióxido de carbono, dijo a Reuters, Doug Wallace, principal colaborador del reporte del Leibniz-Institut fur Meereswissenschaften.
En el 2008, la Convención de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica impuso una moratoria sobre los experimentos de fertilización oceánica fuera de las aguas costeras, esperando mayor evidencia científica.
El estudio señala que algunos experimentos habían disparado con éxito una floración del plancton y bacterias, como por ejemplo uno en el 2002 que produjo una zona visible desde los satélites en el noreste del Océano Pacífico. Pero resultó imposible decir cuánto de ese carbono quedó en los océanos.
Y las plantas adicionales podrían ayudar a los peces a crecer en algunas áreas al brindar más alimentos, pero podría también robar nutrientes de otras partes del océano.
El monitoreo es vital, especialmente si la fertilización de océanos alguna vez califica para créditos de carbono bajo un acuerdo de la ONU destinado a evitar más inundaciones, olas de calor, deslizamientos de tierra, o aumentos de los niveles del mar.
Pero es mucho más fácil monitorear bosques, que también absorben carbono cuando crecen. \»Un árbol podría quemarse el año próximo, pero entonces uno sabe que no funcionó\», dijo Wallace. \»En los océanos hay un serio problema de medición\», añadió.
El estudio también fue escéptico sobre las medidas para usar tubos enormes para absorber aguas profundas ricas en nutrientes más cerca de la superficie, donde la luz solar podría alentar más crecimiento de plantas. Y ni siquiera estudió los posibles costos de la geoingeniería marina.
Oslo, enero 31/2011 (Reuters)