El “jet-lag” o descompensación horaria no solo cansa a las personas, sino que también debilita a los agentes que causan el paludismo. A esta conclusión llegaron investigadores británicos tras un estudio con ratones que fueron infectados con la enfermedad.
Los parásitos del paludismo que no adecuaron su ritmo vital al de los roedores infectados vieron reducida a la mitad su capacidad de transmitir la condición.
Los científicos de las universidades de Edimburgo y Oxford, Reino Unido, ven en esto más indicios de que un reloj interno alterado limita la capacidad de rendimiento. Los resultados fueron publicados en la revista Proceedings B de la Royal Society británica. En sus pruebas los investigadores dirigidos por Aidan O\’Donnell, de Edimburgo, trabajaron con el agente trasmisor del paludismo en los roedores, el Plasmodium chabaudi.
Los plasmodios son parásitos unicelulares que pasan por distintas etapas en su ciclo de vida. Esta enfermedad tropical es transmitida por los mosquitos. Cuando el mosquito inocula los parásitos en un nuevo huésped, estos colonizan primero el hígado, donde tienen varios ciclos de multiplicación asexuada.
De allí pasan al torrente sanguíneo, donde penetran en los glóbulos rojos (eritrocitos). Luego se liberan precursores de las células germinales. Si un mosquito pica a un mamífero con paludismo, estas células germinales o gametocitos pasan al insecto, donde el plasmodio continúa con su desarrollo.
El conocimiento de este ciclo fue aprovechado por los investigadores en sus pruebas con dos grupos de ratones. En una de las salas la luz fue apagada de día, en la otra durante la noche. Los dos grupos de ratones tuvieron dos semanas para adecuar su reloj interno a este desarrollo. Los animales fueron infectados con agentes del paludismo que tenían el mismo ritmo interno o el contrario.
Luego, los investigadores analizaron en las pruebas de sangre cuándo y con qué frecuencia aparecen los distintos estadios de desarrollo de los agentes patógenos. En los animales infectados con parásitos cuyos ritmos se habían alterado, se formó apenas la mitad de los precursores de las células germinales. Sin embargo, los expertos creen que estos \»plasmodios jet-lag\» se adecuan luego al ritmo del animal.
Londres/Oxford, enero 5/2011 (dpa)

enero 6, 2011 | Lic. Sandra Rodríguez García | Filed under: Enfermedades transmisibles, Medicina Tropical | Etiquetas: , , |

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