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Dosis elevadas de vitamina B podrían reducir entre un 30% y un 50% la atrofia cerebral en las personas afectadas por un deterioro cognitivo leve, retrasando la evolución hacia la enfermedad de Alzheimer, según un estudio publicado en la revista PLOS One.
La atrofia cerebral se produce naturalmente con la edad, pero se acelera en caso de deterioro cognitivo leve (MCI), un trastorno que se caracteriza por una pérdida de la memoria, y que puede ser una señal precursora del Alzheimer entre las personas de cierta edad.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford estudió el efecto de la vitamina B en 168 personas mayores de 70 años a las que se les diagnosticó un deterioro cognitivo leve.
Durante un periodo de dos años, la mitad de estas personas recibieron una tableta con dosis elevadas de tres tipos de vitamina B, ácido fólico (B9), B6 y B12, mientras que la otra mitad recibía un placebo.
En promedio, el consumo de vitaminas B reducía en un 30% el ritmo de progresión de la atrofia cerebral, y en algunos casos alcanzaba incluso el 53%.
\»Esperamos que este tratamiento sencillo y seguro pueda retrasar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en mucha gente que sufre un deterioro cognitivo leve\», estimó David Smith, uno de los principales investigadores de este estudio del departamento de farmacología de Oxford.
Algunas vitaminas B controlan el nivel de homocisteína (un aminoácido) en la sangre. Altos niveles de homocisteína se han asociado con una atrofia cerebral acelerada y la enfermedad de Alzheimer.
\»Estas vitaminas tienen un efecto sobre la estructura del cerebro, la protegen, y es muy importante porque necesitamos proteger el cerebro para prevenir el Alzheimer\», agregó David Smith.
Rebecca Wood, directora ejecutiva de la asociación británica de Alzheimer Research Trust, que cofinanció el estudio, estimó por su parte que los resultados eran \»muy importantes\».
\»Los hallazgos deben expandir más pruebas para seguir a personas con riesgo de desarrollar Alzheimer, y esperamos más éxitos\», agregó.
Se necesitarán otros estudios para ver si más allá del efecto sobre la atrofia cerebral, la vitamina B previene realmente el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer entre las personas afectadas por un deterioro cognitivo leve.
La vitamina B se puede encontrar naturalmente en muchos alimentos, como la carne, los huevos, el pescado o las verduras. Pero su administración en dosis elevadas es arriesgada y puede tener efectos secundarios.
Alrededor de 37 millones de personas en el mundo, incluidos 5,3 millones de estadounidenses, padecen demencia, en su mayoría ligadas a la enfermedad de Alzheimer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Londres, septiembre 11 (AFP)