Un puré compuesto por dátiles, acacia y miel servía a las mujeres del antiguo Egipto para evitar el embarazo.
Casanova experimentó con todo un arsenal de métodos caseros, entre ellos el bazo de ovejas como condón y mitades de limones ahuecadas que debían colocarse las mujeres. Pero no fue hasta el siglo XX cuando los investigadores descubrieron una hormona que inhibe la ovulación y por lo tanto evita los embarazos.
Este miércoles se cumplen 50 años desde que la primera píldora anticonceptiva en el mundo fue lanzada al mercado. En el inicio de su venta en Estados Unidos, el 18 de agosto de 1960, Enovid fue expendida sólo a mujeres casadas. Actualmente, la oferta de anticonceptivos abarca unos 200 preparados. Entretanto, un mega estudio observó a 46 000 mujeres durante un período de 40 años, para eliminar algunas preocupaciones relacionadas con los efectos secundarios de la píldora. La conclusión fue que el uso de las píldoras de primera generación no aumenta el riesgo de cáncer o problemas cardíacos o circulatorios a lo largo de las décadas.
\»Desde el inicio, la píldora no presentaba complicaciones y era altamente efectiva. Es la pionera de la anticoncepción moderna\», dijo la médica y experta en salud reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Nuriye Ortayli, a la agencia DPA en Nueva York. El organismo estima que unas 100 millones de mujeres en todo el mundo consumen a diario la píldora. Esta cifra representa apenas el 9% de todas las mujeres en edad reproductiva, que según el UNFPA alcanzan las mil millones de mujeres.
Muchas más mujeres se hacen esterilizar después de haber cumplido con su deseo de tener hijos.
Cómo se logró el avance decisivo tras miles de años de complicados métodos anticonceptivos se describe de manera muy ágil por el profesor de química Carl Djerass en su libro This Man\’s Pill.
Criado en Viena, Djerassi huyó de los nazis y se estableció en Estados Unidos. Con 28 años logró la síntesis de la noretindrona, una sustancia que tiene propiedades similares a la progesterona, una de las hormonas sexuales femeninas.
El camino estaba allanado y Djerassi fue llamado desde entonces el \»padre\» de la píldora. Al menos fue uno de sus padres, ya que otros dos investigadores estadounidenses, Gregory Pincus y John Rock, continuaron el trabajo y realizaron pruebas clínicas con su sustancia a partir de 1956 en Puerto Rico. Al año siguiente pudo ser prescrita para el tratamiento de \»trastornos femeninos\». Aún antes de que la primera píldora fuera autorizada para su uso como anticonceptivo, miles de estadounidenses ya la habían usado, oficialmente como terapia para menstruaciones irregulares.
Las bases las había sentado 40 años antes otro hombre, según escribe Djerassi en su libro, donde califica a Ludwig Haberlandt, ex profesor de fisiología en Innsbruck, como \»abuelo\» de la píldora. El austríaco había trasplantado a conejos hembra los ovarios de congéneres preñadas y comprobó que el implante que contenía progesterona evitaba la concepción pese a una gran cantidad de cópulas. En su libro La esterilización hormonal del organismo femenino, Haberlandt predijo la píldora ya en 1931.
Entretanto, la píldora ha perdido popularidad. En Estados Unidos e India la ligadura de trompas se convirtió en el principal método anticonceptivo. La vasectomía, la esterilización masculina, es muy popular en Tailandia, Nueva Zelanda y Australia, según Ortayli, pero sólo representa el 3% de la anticoncepción. Los diafragmas, espirales y condones femeninos suponen el 15% de los métodos que evitan el embarazo.
Sin embargo, sólo dos tercios de la población femenina mundial hacen una planificación familiar a la edad decisiva. Según el UNFPA, todos los años 190 millones de mujeres quedan embarazadas, de las cuales casi 50 millones deciden realizar un aborto, con frecuencia en malas condiciones médicas y sanitarias.
En África, la mayoría confía, por obligación o también por convencimiento, en métodos tradicionales. Actualmente, sólo una de cada cuatro mujeres africanas tiene acceso a la píldora, una inyección mensual anticonceptiva o un condón.
Muchas mujeres carecen de información o dinero para comprar un método anticonceptivo, mientras que otras temen que pueden ser consideradas estériles y, por lo tanto, sin valor si no dan a luz a un bebé al menos una vez cada dos años, se lamentó Ortayli.
Nueva York, agosto 16/2010 (DPA)

agosto 17, 2010 | Lic. Aleida Figueroa Silverio | Filed under: Educación Sexual, Farmacología, Salud Pública, Salud Reproductiva | Etiquetas: |

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