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Aunque los antidepresivos se usan para tratar a personas con autismo, no hay pruebas clínicas de que sean útiles para los niños, ya que las pocas evidencias disponibles indican que solo benefician a los pacientes adultos.
El análisis, publicado en Cochrane Database of Systematic Reviews, aumenta las dudas sobre el uso de los antidepresivos como los llamados inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS) en el autismo.
Hace un año, un estudio reveló que el ISRS citalopram (Celexa) daba mejor resultado que el placebo para reducir las conductas repetitivas en niños autistas, lo que demostró la necesidad de evaluar los antidepresivos contra placebo en personas con autismo. Los expertos revisaron los resultados de este y otros seis ensayos clínicos más pequeños publicados y no hallaron evidencias de que los ISRS fueran mejores que los placebos para reducir las conductas repetitivas u otros síntomas en niños autistas.
Solo dos ensayos clínicos pequeños hallaron evidencias de que los ISRS reducen la ansiedad, la depresión y otros síntomas en adultos con la condición. Pero la revisión no identificó evidencias sólidas como para recomendar el uso de rutina de los ISRS en el tratamiento de la enfermedad, según el equipo de la doctora Katrina Williams, pediatra de la Universidad de New South Wales y del Hospital de Niños de Sidney, en Australia.
No obstante, los autores no recomiendan que los pacientes que toman un ISRS y estén mejor dejen de tomarlo. Por ahora, ningún medicamento está especialmente aprobado para el tratamiento de los desórdenes del espectro autista (DEA), un conjunto de trastornos del desarrollo que alteran la capacidad de las personas de comunicarse y de relacionarse con los demás. Las enfermedades del DEA van desde los casos graves de autismo \»clásico\» hasta el síndrome de Asperger, que es relativamente leve.
Las terapias conductuales y educativas orientadas a resolver los problemas sociales, del desarrollo y de la comunicación son clave en el tratamiento de la afección. Pero los ISRS se indican para resolver algunos síntomas; hasta el 40% de los niños autistas utilizó alguna vez un antidepresivo.
La Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) aprobó tres ISRS para los niños mayores de 7 años: la sertralina (Zoloft), la fluoxetina (Prozac) y la fluvoxamina (Luvox). El conocimiento científico que, en parte, respalda el uso de los ISRS para el tratamiento de los DEA indica que esos fármacos son efectivos para controlar la ansiedad y el trastorno obsesivo compulsivo, dos afecciones con características similares a algunas conductas propias de la condición.
Existen pocos ensayos clínicos que hayan evaluado la efectividad de esos fármacos en la reducción de los síntomas en niños o adultos autistas. Dada la falta de efectividad y los efectos secundarios potenciales, los autores concluyen que los ISRS no pueden recomendarse para los niños con la enfermedad.
\»Si los niños o los adultos tratados con un ISRS u otro antidepresivo lograron mejorar el síntoma para el cual les habían indicado el fármaco y sin efectos adversos, esos pacientes deberían seguir utilizando el medicamento indicado\», concluyeron.
Nueva York, agosto 10/2010 (Reuters Health)