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El crudo ya no se vierte más en el Golfo de México pero el desastre persiste para aquellas familias que viven a su orilla y los niños son los más perjudicados, indicó un estudio divulgado en Estados Unidos este martes.De los 1200 residentes costeros encuestados en julio por los investigadores del National Center for Disaster Preparedness (NCDP) de la Universidad de Columbia, un tercio indicó que sus niños desarrollaron problemas, físicos, mentales y de comportamiento debido al derrame.
Los problemas varían desde afectaciones respiratorias, erupciones en la piel, depresión y dificultades para relacionarse con otros niños y/o dormir, indicaron los padres a los investigadores.
Más del 70% de los padres afirmaron que sus hijos nadan menos, navegan menos y juegan menos en la playa, y uno de cada cinco afirmaron que sus hijos ya no juegan al aire libre.
\»Nuestra pesquisa, realizada luego del cierre del pozo, demuestra que hay una significativa y persistente crisis sanitaria revelada por un amplio número de niños con problemas médicos y psicológicos relacionados con el desastre medioambiental\» provocado por el derrame de crudo, indicó Irwin Redlener director de NCDP.
Washington, agosto 4/2010 (AFP)