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Un grupo de expertos europeos trabajan en un nuevo proyecto destinado a verificar en el ser humano las propiedades de las antocianinas, los pigmentos hidrosolubles presentes en las células vegetales que dan color rojo, azul o púrpura a hojas, flores y frutos.El Proyecto Athena, del que podría nacer una nueva \»dieta azul y roja\» basada en arándanos, berenjenas, maíz azul de los Andes, naranjas rojas de Sicilia o cerezas, surgió a partir de los sorprendentes resultados de un estudio publicado en el Journal of Obesity.
La investigación, sobre animales de laboratorio, mostró que una dieta hipercalórica pero rica en antocianinas mantuvo a los ratones en plena forma física, y sobre todo delgados, al resguardo de la obesidad y el peligro de enfermedades cardiovasculares y tumores.
Participan en el Proyecto Athena varios grupos científicos europeos, entre ellos el Departamento de Ciencias Biomoleculares y Biotecnológicas de la Universidad de Milán, el Instituto Europeo de Oncología dirigido por el italiano Umberto Veronesi, la Universidad Joseph Fourier de Grenoble y la Universidad Técnica de Estambul.
\»Los resultados en los animales -explicó la profesora Chiara Tonelli, de la Universidad de Milán- fueron reveladores. Tres grupos de ratones fueron sometidos a una dieta hipercalórica, pero mientras a los dos primeros se les dio de beber respectivamente agua y jugo de naranja amarilla, los ratones del tercer grupo fueron alimentados con jugo de naranjas rojas\».
\»Mientras los ratones de los dos primeros grupos engordaron, los del tercer grupo no aumentaron de peso, porque en ellos se redujo la masa adiposa de la panza, la más peligrosa para el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Y el mérito solo puede ser de las antocianinas\», agregó.
Ahora los científicos reproducirán los mismos experimentos para verificar clínicamente los resultados en el hombre y una potencial acción de las antocianinas en la prevención de enfermedades y el adelgazamiento.
Los investigadores europeos buscarán responder varias preguntas planteadas por los datos conocidos hasta ahora: en particular, si las antocianinas tienen riesgos, cómo actúan para promover la salud en comparación con otros fitonutrientes, cuáles son sus mecanismos de acción, cómo limitan el aumento de peso y cuál es su relación con el contexto nutricional de cada persona.
Al mismo tiempo, se buscará responder con mayor precisión sobre sus reales posibilidades en la protección contra problemas cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades crónicas del ser humano.
\»El mensaje -concluyó Tonelli- debe ser claro: no se encontró un nuevo método para adelgazar, sino la indicación de que con una alimentación sana podemos hacer mucho por nuestra salud\».
Milán, julio 8/2010 (ANSA)