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El otorgar a los adolescentes 30 minutos adicionales para iniciar su día escolar deriva en una mayor atención en clase, mejor humor, menos retrasos e incluso un desayuno más saludable, encontró un estudio pequeño.\»Los resultados fueron sorprendentes\», dijo Patricia Moss, decana académica del internado escolar de Rhode Island donde se realizó la investigación.
Los resultados aparecieron en la edición de julio de Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, y reflejan los obtenidos por algunas escuelas que han retrasado en más de media hora el momento del día en que inician sus clases.
Los investigadores dicen que existe una razón por la cual incluso solo 30 minutos pueden representar una enorme diferencia.
Los adolescentes tienden a estar en su sueño más profundo alrededor del amanecer, cuando normalmente deben levantarse para ir a la escuela. Interrumpir ese sueño puede hacerlos sentir aturdidos, especialmente debido a que además tienen dificultades para irse a la cama antes de las 11 de la noche.
\»Existen datos científicos biológicos en cuanto a esto que creo proporcionan evidencia convincente de por qué tiene sentido\», dijo la doctora Judith Owens, investigadora del sueño en la Universidad Brown, la principal autora del estudio y pediatra del Hospital Infantil Hasbro en Providence, Rhode Island.
Un editorial de Archives señaló que la investigación se suma a un enorme conjunto de evidencia de que cambiar la hora en que comienzan las clases en las escuelas secundarias es bueno para los adolescentes.
Chicago julio 8/2010 (AP)